Según los expertos, el clima fue bastante seco en primavera, lo que influyó en el crecimiento de la baya. Al haber conseguido un tamaño reducido, se genera mayor concentración de aromas en la fruta. El resultado se traducirá en vinos con mayor cuerpo, elegantes y de gran potencial de guarda, según un boletín de prensa enviado por la empresa.
A partir de esta cosecha, la empresa proyecta para este año una producción de un millón de litros de vino, entre sus especialidades Riesling, Malbec, Tannat, Merlot, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot. También se espera obtener un alto porcentaje de la colección de altura Petit Verdot y de uno de sus productos premiados en el ámbito internacional, el reserva Trivarietal, reconocido en 2014 entre los 200 mejores vinos del mundo.
La vendimia empezó a inicios de enero con las uvas de vinos blancos y finalizó en la primera quincena de abril, con las variedades tintas. Unas 100 personas se dedicaron a la recolección. El trabajo es delicado, incluso el horario de trabajo debe ser desde las primeras luces del día hasta el mediodía; solo así el fruto entra fresco a la bodega.
Cosechar la uva con la madurez óptima, contar con tecnología para guardar su potencial y tener un equipo comprometido y capacitado son las claves para lograr un vino del cual sentirnos orgullosos”, dijo Luis Pablo Granier, gerente general de Casa Real y Campos de Solana.