Tarija, Santa Cruz y La Paz se han unido para mostrar a expertos del prestigioso Instituto de Maestros del Vino, con sede en Londres, un pedazo de la enorme diversidad gastronómica y cultural del país, acompañada por sus mejores vinos de altura. Cerca de una docena de miembros del Institute of Masters of Wine, su nombre en inglés, de Sudáfrica, Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Países Bajos, Suiza, Noruega, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos visitaron esas regiones desde el pasado 28 de marzo.
El recorrido incluyó paseos por viñedos, catas de vinos y singanis, un aguardiente típico boliviano, y degustaciones de la gastronomía típica del país. El viaje se gestó desde hace unos dos años por iniciativa del holandés Cees van Casteren, quien ha estado apoyando en la exportación a las bodegas bolivianas agrupadas en la asociación Wines of Bolivia (Vinos de Bolivia, en inglés), explicó a Efe la directora general de esa entidad, María Virginia Valdez.
Uno de los objetivos fue «dar a conocer los vinos y singanis bolivianos en el contexto internacional«, los más conocidos de Tarija, pero además se buscó mostrar «que Bolivia tiene mucho más para ofrecer», por lo que se incluyó también a Santa Cruz y La Paz, dijo Valdez.
(Los expertos) han estado en el oriente, han pasado por los valles tarijeños, donde está la mayor concentración de producción vitivinícola, hasta llegar a La Paz y están encantados con las diferentes etapas que han podido experimentar», agregó.
El recorrido comenzó en la localidad cruceña de Samaipata, donde, además de probar vinos boutique, visitaron una plantación de café, resaltó Van Casteren a los medios en La Paz antes de concluir hoy su viaje por Bolivia para pasar a Perú. En Tarija, los «maestros del vino» pudieron comparar «los mejores Tannats de Bolivia con los Tannats más famosos del mundo» y, según Van Casteren, a los vinos locales les fue «fantásticamente».
La tannat es una uva tinta procedente de Francia que se extendió por zonas como Suramérica y Australia. También tuvieron una cata de los mejores vinos de Sudamérica que les llevó a la conclusión de que en Bolivia se hacen «vinos de alta categoría» y «no hay razón para sentirse inferiores a los hermanos mayores de Chile y Argentina», añadió.
El recorrido continuó por el Valle de los Cintis, donde visitaron las Viñas Ancestrales de San Roque, que no han cambiado desde la llegada de los españoles a América, aseguró el experto holandés. El domingo tuvieron una cata de «vinos de altura» y en la tarde viajaron hasta los más de 3.600 metros de altitud de La Paz para el evento «Fusión de altura y sur», una degustación de la gastronomía paceña combinada con una selección de vinos de Tarija.
El menú de seis platillos fue preparado en el hotel Atix con ingredientes locales, incluidos un carpacho de carne curada en ceniza de koa, una planta altiplánica usada en los rituales ancestrales, y torrejas de quinua con quesillo y pesto de huacatay, una hierba andina bastante empleada para sazonar la comida local.
El menú también incluyó una trucha cocida en hierbas locales, un lechoncillo con reducción de camu camu, una fruta amazónica, un estofado de llama y cabernet y un helado de manzanilla y quirquiña, otra hierba típica de la sazón andina.
La iniciativa en Bolivia se logró mediante la unión de las bodegas bolivianas y entidades como la Fundación Fautapo de Tarija, la Alcaldía de La Paz y Marca Santa Cruz.