Las entregas de comida, de alimentos y de alcohol están en pleno auge en muchos países del mundo debido a las restricciones de circulación y los cierres de restaurantes por la pandemia de COVID-19.
El gigante Uber informó de grandes pérdidas netas para el año 2020, pero anunció que su rama de entrega de comidas Uber Eats había visto sus ingresos aumentar un 224% en el mundo solo en el cuarto trimestre.
“Seguimos confiando en la posibilidad de que nuestra rama de entrega llegue a ser rentable en 2021”, aseguró Dara Khosrowshahi, el jefe del grupo californiano cuya actividad histórica de VTC ha sufrido de lleno el impacto del coronavirus.
El año pasado Uber apostó a expandirse en las entregas de comidas, adquiriendo la aplicación Postmates. Por su lado, el servicio Delivery Hero —con sede en Berlín y que opera en 40 países— informó que casi duplicó sus operaciones el año pasado, efectuando 1.300 millones de entregas.
Gran rival de Uber Eats, la plataforma británica Deliveroo aún no ha informado de su rendimiento en 2020, pero recientemente anunció un aumento de sus ventas y que fue rentable durante más de seis meses gracias a las restricciones de circulación, que estimularon sus servicios.
Tras el auge del año pasado, “este crecimiento de las entregas de comida continuará su impulso en 2021, y también en 2022. Pero no hay que olvidar que se partía de muy bajo, de ahí estos crecimientos tan fuertes”, dijo él a la AFP María Bertoch, experta del sector para NPD Group.
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No todos los países tienen el mismo apetito por estas aplicaciones. Los campeones son los países anglosajones. En Francia, sólo 6% de los “pedidos se realizaron en entrega” en 2020, frente a 3% en 2019. En Gran Bretaña, esta proporción fue del 17% el año pasado, frente al 9% en 2019, precisa María Bertoch.
Las tasas de crecimiento mostradas por Uber Eats “se basan sobre todo en los países anglosajones”, afirma Bernard Boutboul, director de Gira Conseil, a la AFP.
Además de las comidas, la entrega de comestibles también creció en 2020.
Ocado, distribuidor de alimentos en línea que experimentó un alza del 35% de su volumen de negocios, estima que “muchos de los clientes que intentaron comprar en línea por primera vez vieron los beneficios y dijeron que podrían no volver a sus hábitos anteriores a la crisis”.
Uber también atacó este segmento y la semana pasada anunció la adquisición de Drizly, un líder en el suministro de alcohol a la carta en Estados Unidos.
Drizly, que ya opera en 1.400 ciudades estadounidenses y ofrece una amplia selección de cervezas, vinos y licores, se integrará en la plataforma Uber Eats, conservando al mismo tiempo su aplicación separada.