Las ODS están destinadas sobre todo a los gobiernos nacionales para que desarrollen políticas, planes y programas de desarrollo sostenible. Se pueden promover actores y organizaciones para que trabajen de manera conjunta y es así que las empresas pueden aplicar las ODSs en sus instituciones.
Las empresas pueden aplicar ODS porque son parte de la sociedad y tienen la finalidad de contribuir a mejor la sociedad. Al desarrollar los ODS se ve un progreso con mercados estables, regulados y competitivos; sistemas financieros transparentes e instituciones sin corrupción y bien gobernadas; materias primas y energía accesibles, consumidores con poder adquisitivo y empleados calificados. Además, se abre la posibilidad de desarrollar alianzas entre el sector público y privado.
Entre los beneficios que tienen una empresa al aplicar los ODS están:
Los ODS marcan unas pautas y objetivos que ayudan al sector privado al momento de establecer la estrategia de la empresa. Se ha desarrollado una serie de herramientas que facilita identificar cuáles son los riesgos y las oportunidades de los ODS para el emprendimiento y/o empresa, conocer las aplicaciones de los indicadores que se utilizarán para su medición y seguimiento. Esto facilita de gran manera la planificación, la orientación y la adaptación de la actividad empresarial, de forma que la integración de los ODS favorezca la creación de valor para los accionistas y los grupos de interés.
Los ODS se enfocan en dar respuesta a las demandas de la sociedad. Por esta razón, las empresas que los sigan, se asegurarán el alineamiento de las empresas con las expectativas de sus grupos de interés. Además, la implementación de los ODS da pie a que se pueda establecer un diálogo y realizar consultas con las que conocer mejor los requerimientos y la satisfacción de dichos grupos en relación a la entidad. Todo esto posibilita integrar sus preocupaciones en la toma de decisiones. Cabe señalar, que cada vez son más los consumidores, empleados e inversores que siguen criterios de responsabilidad en sus decisiones. Integrar los ODS es una manera de lograr una actitud más positiva de estos grupos hacia las empresas, obtener su confianza y mantener la legitimidad para operar.
Las prácticas en sostenibilidad optimizan la competitividad y el rendimiento de las empresas, debido a los siguientes motivos: la integración de sistemas que mejoran la toma de decisiones; una gestión eficiente de los recursos que se traduce en menores costes; una valoración de riesgo menor y la inclusión en índices que dan confianza a los inversores; unos resultados más positivos a largo plazo; el desarrollo de productos de valor añadido a través de la innovación; la satisfacción de los consumidores y su disposición a pagar precios prémium; el bienestar de los empleados que redunda en su productividad; o el favorecimiento social y mediático.
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Adoptar de manera proactiva la Agenda 2030 preparará a la empresa para responder tanto a los requisitos gubernamentales como a los de los grupos de interés. Además, los ODS abordan los grandes retos de este siglo, y el no alcanzarlos tendrá implicaciones negativas para los negocios. Los ODS suponen un marco para que las empresas puedan prever posibles escenarios futuros e implementar medidas con las que adaptarse a los cambios y disrupciones que puedan producirse.
Las empresas pueden utilizar los ODS para informar sobre sus objetivos y sus resultados. Esto facilita la comparabilidad, la consistencia y la comprensión de los datos recogidos y las decisiones de los grupos de interés y las relaciones con los mismos. Además, ha de tenerse en cuenta la mayor atención social, mediática e institucional que se prestará a los modelos de negocio sostenibles e incluyentes. Ello ofrece importantes oportunidades para dar visibilidad a las iniciativas de la compañía, así como para mejorar su reputación y reconocimiento social.
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