El boom de las startups en América Latina toca a Bolivia. En un año vieron la luz 106 nuevos emprendimientos de este tipo y a la fecha suman 185. La gran novedad es que ahora también salen a buscar capitales externos.
Esta es una de las principales conclusiones de la cuarta versión del Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital de Bolivia.
“El ecosistema está más dinámico, el número de startups nuevas es el doble de lo que solíamos tener en años anteriores y eso es muy bueno”, dijo a La Razón Rolando Sahonero, director de Programas de Fundapro, una de las instituciones que apoya el desarrollo de este mapeo.
Una segunda buena noticia es que, dada la calidad y madurez de los nuevos emprendimientos, un grupo de startups nacionales está buscando capitales fuera del país. “Este grupo está abriendo camino para otras startups, está captando venture capital fuera de las fronteras”, añadió.
Otra de las novedades de este nuevo mapeo es que ahora se puede identificar startups en casi todo el país, ocho de los nueve departamentos tienen empresas de este tipo. Pando todavía no.
“En esta dinámica positiva, podemos decir con satisfacción que en casi todo el país hay startups”.
Se entiende por startups a las nuevas empresas que gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las tecnologías de punta tienen buenas posibilidades de crecimiento.
Los datos muestran que, en 2019, primer año del mapeo, se contabilizó en el país a 152 startups; para 2020 esa cifra llegó a 160. En 2021 se tuvo una reducción hasta 155 y para este 2022 el número de startups subió a 185.
Los resultados son alentadores, no solo porque hay más empresas activas, sobre todo porque hay un mayor número de startups nuevas, que aportan al crecimiento y la generación de empleo.
Del total de startups activas, el 57% (106) fueron identificadas en esta gestión, en 2021 este índice fue de solo el 32% (50).
La distribución de las startups es la siguiente: 43,8% están en Santa Cruz, 31,9% en La Paz, 16,2 en Cochabamba, 2,7 en Chuquisaca, 2,7% en Tarija, 1,6 en Oruro, y 0,5 en Potosí y Beni. Pando todavía no presenta datos.
Uno de los sectores que más se potencia en el país y que se va abriendo camino paso a paso, es el de las finanzas tecnológicas, conocidas como Fintech, cuyo objetivo es facilitar a la población las transacciones financieras y apoyar la inclusión de más sectores a los servicios financieros.
“Todo el desarrollo del ecosistema de tecnología digital y las Fintech son una oportunidad de oro para avanzar en la inclusión financiera del país”, dijo a La Razón Eduardo Aranda, vicepresidente de la flamante Cámara de Fintech en Bolivia.
Los datos del nuevo Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital, ubican a las Fintech en el cuarto lugar, con el 10% de los emprendimientos dedicados a esta actividad. Está después del comercio electrónico, soluciones de tecnología de la información y de la logística, otros sectores muy dinámicos y con objetivos claros.
“Es bueno destacar que ahora los emprendimientos tienen el claro objetivo de solucionar algún problema de la población, ya no nacen solo con el criterio de hacer un negocio y nada más”, dijo.
Las Fintech pueden hacer que sectores alejados, marginados hasta ahora de los bancos y otras entidades, como los habitantes del área rural, pueden tener acceso a los servicios financieros.
En la actualidad, se calcula que por lo menos 30 plataformas de finanzas tecnológicas están en plena operación, es por eso que se decidió unir esfuerzos para crear la Cámara Boliviana Fintech, cuyo primer directorio se posesionó la semana pasada.
“Somos un sector que impulsa negocios escalables, con fuerte base en la tecnología y con una vocación de apoyo a la sociedad y la gente, para hacer realidad con más fuerza la inclusión financiera en el país”, afirmo Aranda.
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