El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) alcanzó la madurez necesaria para convertirse en un actor de los desarrollos productivo y sostenible en Bolivia.
La experiencia de la entidad mostró que un financiamiento flexible y focalizado, sumado al componente de Asistencia Técnica, es una fórmula de impacto, afirmó la presidente del Directorio, Denise Paz, en el XXVII Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), con la ponencia “La banca de desarrollo en Bolivia”, que se desarrolló en la ciudad de Sucre.
Paz señaló que el financiamiento sin asistencia técnica no logra impactos significativos en los desarrollos productivo y sostenible, y para llevar a cabo se requiere un fuerte sistema de información e inteligencia productiva.
“Un primer aprendizaje es este proceso de maduración para desarrollar la experticia y la espalda financiera para pasar de ser un canalizador y administrador de recursos a convertirse en un actor del desarrollo productivo y sostenible de un país, porque decide crear sus propios fideicomisos y colocarlos en diferentes sectores de la economía, en concordancia con las políticas públicas”, explicó, cita un reporte institucional.
Resaltó el rol mixto del BDP, al ser brazo operativo del Estado en el sistema financiero que ayuda a democratizar el acceso al financiamiento y al mismo tiempo es brazo operativo en el sistema productivo. Todo banco de desarrollo logra una gestión exitosa en la medida en que puede hacer una buena sinergia con las políticas públicas, sin dejar de lado el tema ambiental, añadió.
El BDP trabaja en seis ámbitos de acción: la fiducia, al ser una entidad fiduciaria y fideicomitente; la banca de segundo piso, canalizando recursos a otras entidades; la banca de primer piso, con productos crediticios para los productores; la asistencia técnica genérica y especializada, que son servicios de asesoramiento y capacitación que impactan en toda la cadena productiva; los sistemas de información e inteligencia productiva; y el programa de finanzas sostenibles para promover un desarrollo productivo sostenible con equidad, inclusión y sustentabilidad social, económica y ambiental.
“El primer piso es como un cable a tierra, nos permite tener contacto directo con los clientes y a través de ese contacto se conocen las necesidades de las unidades productivas”, mencionó la presidenta de Directorio del BDP.
La cartera de créditos directos o banca de primer piso creció exponencialmente desde el primer crédito otorgado en 2015, que fue de Bs 31 millones, hasta Bs 3.138 millones, registrados hasta el 31 de octubre del año en curso. Sumado a una amplia cobertura con puntos de atención en el 89% del territorio nacional, con más de 300 municipios atendidos en el país.