ILIA es un estudio público que ofrece una visión detallada y amplia del estado actual de la IA en la región de América Latina y el Caribe. Con una mirada centrada en la pertinencia local, el estudio cubre en detalle temáticas como infraestructura, capital humano, disponibilidad de datos, regulaciones, áreas estratégicas y participación ciudadana, entre otros.
Como sello principal, ILIA surge como un esfuerzo multinacional, gestado gracias a la colaboración de una serie de grupos de trabajo distribuidos por toda la región. Un trabajo que trasciende fronteras, con la convicción que al compartir experiencias, al unir esfuerzos, al crecer en forma conjunta, se consigue vitalizar un desarrollo armónico y próspero de la IA en la región. Entre sus aportes, ILIA ofrece un panorama que facilita la comprensión de los contextos en los cuales se desarrolla la disciplina, así como la identificación de desafíos comunes, brechas particulares de cada país, y nichos donde deberían destinarse los esfuerzos de cooperación y desarrollo internacional. Adicionalmente, ILIA será publicado en forma periódica, mostrando la evolución de sus indicadores a lo largo del tiempo, para así apreciar la evolución de brechas, aprendizajes y avances.
Como se indica en el estudio, respecto a los países que lideran el desarrollo de IA a nivel mundial, desafortunadamente aún la brecha es sustancial. A modo de ejemplo, entre los años 2010 y 2021, solo el 2,7% de las publicaciones científicas acumuladas en Journals pertenece a América Latina. Para el mismo período, en términos de inversión privada, la inversión conjunta de todos los países de América Latina no supera el 1,7% del monto de la inversión de EEUU o el 5% de China. Así, en su primera versión, ILIA se centra en establecer una comparación relativa del estado actual de la IA en los países de la región sin extrapolar al resto del mundo.
La convicción de ILIA será una contribución sustancial para la discusión sobre la IA en América Latina y su aporte en esta disciplina hacia el resto del mundo. El llamado es a trabajar de manera colaborativa en todos los niveles. Desde la recolección y disponibilidad de datos hasta la formación de capital humano avanzado. Desde la construcción de centros de cómputo con energías renovables hasta la regulación de la IA con pertinencia local. Si bien los desafíos son enormes, las oportunidades son aún más grandes. La IA es una herramienta al servicio de las y los latinoamericanos, y de cada uno depende que esto sea así.
Los resultados del ILIA muestran que la realidad de la IA en América Latina es tan diversa como los paisajes que visten el continente. Países con niveles de productividad científica tan altos como la cordillera pero con deficiencias en su transferencia tecnológica. Otros con disponibilidad y variedad de datos tan abundantes como especies en la Amazonía, pero con deficiencias tecnológicas para sacar partido de ellos. Así, los resultados indican que ningún país destaca transversalmente en todas las dimensiones consideradas, lo cual da espacio para aprendizaje cruzado entre las experiencias de los países considerados.
En términos de fuga de talento, la evidencia en términos de los lugares donde los investigadores publican indica que no representa más del 5% de la comunidad académica total. La inmensa mayoría de quienes migran fuera de América Latina lo hacen para estudiar y perfeccionarse, y luego vuelven a desarrollar su carrera en la región. Un desafío futuro para ILIA será cuantificar la fuga de talento que no es capturada por la metodología utilizada, principalmente considerar el caso de quienes migraron sin antes haber publicado en la región.
América Latina es un laboratorio natural. Desde los cielos del desierto y sus datos astronómicos, la enorme Amazonía y su biodiversidad o la región subantártica; la cantidad de datos disponibles para el desarrollo y entrenamiento de modelos es inconmensurable. Sin embargo, hoy no existe en la región infraestructura capaz de procesar y entrenar los modelos del estado del arte en IA, por ejemplo, los actuales grandes modelos de lenguaje o modelos multimodales.
La penetración relativa de habilidades tecnológicas y disruptivas, asociadas a la IA, es menor en América Latina (2,16%) que en el resto del mundo (3,59%). Además, la mayoría de los sectores productivos tienen brechas importantes frente a países del norte global. Sin embargo, la presencia de habilidades en IA ha crecido en los últimos años, pero más lento que el resto del mundo.
Lamentablemente, no se aprecian medidas concretas en muchos gobiernos para revertir este fenómeno.
Comunidades académicas con intereses e idiomas comunes, desafíos sociales similares, fuentes de datos parecidas, son todos elementos que pueden contribuir a un trabajo mancomunado regional que tiene un impacto potencial enorme para acceder a la orquesta global de la IA. La colaboración es clave para avanzar. A modo de ejemplo, la evidencia indica que hay países en la región con un gran avance en temas de regulación de la IA, los cuales pueden ser referentes para el resto que aún no ha hecho frente a este desafío. Algo similar ocurre en temas como productividad científica, transferencia tecnológica o promoción.
Pese a las potenciales sinergias, la colaboración científica entre países de la región es aún escasa, especialmente si se compara con los vínculos con Europa, Estados Unidos o Asia. A modo de ejemplo, en los últimos 5 años, la colaboración con estas otras regiones representa un 80,6% del total , mientras que la colaboración dentro de América Latina alcanza solo al 7,7% del total.
Si bien se evidencia un crecimiento en el último tiempo, aún hay mucho margen para colaborar académicamente, dentro de nuestro propio continente, claramente una tarea pendiente para la generación de políticas públicas e incentivos por parte de los gobiernos e instituciones académicas de la región.
En el norte global, el desarrollo de la IA está siendo impulsado principalmente por la inversión privada, tanto a nivel de aplicaciones como de investigación básica. La inversión privada en 2022 alcanzó los USD en el mundo. Pese a ello, en América Latina no se evidencia una inversión relevante por parte de las empresas de la región, con una inversión conjunta en América Latina, estimada en USD 8,2 billones. La mala percepción de políticas de promoción de inversión por parte de ejecutivos puede explicar en parte este fenómeno. Existen oportunidades que no están siendo aprovechadas.
En todos los países de América Latina, sin excepción, observamos que las publicaciones asociadas a IA aparecen principalmente en medios científicos de disciplinas distintas a ésta, como la biología, medicina y áreas humanistas. A modo de ejemplo, en el año 2020, el 50% de los autores que usaron IA en sus publicaciones no tenían como área principal de expertise la IA. Este fenómeno se ha acrecentado durante la década, lo que por un lado refleja la versatilidad de las herramientas de IA, pero también refleja una carencia de especialistas en el área. Sobre esto último, en términos de publicaciones de Latinoamérica en las principales conferencias y revistas de IA, su participación es de sólo 2,66% muy por debajo de su nivel de población y desarrollo en otras áreas.
Todas las comunidades académicas, maduras o en procesos de fortalecimiento, muestran una prevalencia de autores y autoras formadas fuera del continente, con un promedio de 60%. Sin embargo, en las últimas décadas, se aprecia una disminución de la importancia relativa de éste fenómeno, disminuyendo paulatinamente desde un 90% en la década de 1990. Así, es posible afirmar que el sistema de producción de conocimiento sigue siendo fuertemente dependiente de la formación en el norte global y Asia, pero cada vez menos.
Mientras que la visión sobre la IA que ofrecen los medios de comunicación de América Latina es mayoritariamente optimista (41,65% frente a un 12,6% negativo), las conversaciones en redes sociales son mayoritariamente pesimistas (31,34% negativo frente a 23,15% positivo). Detrás de esta brecha subyace el riesgo de que la IA pierda legitimidad y enfrente obstáculos para poder desarrollarse de manera plena.
Las y los expertos consultados sobre el futuro de la IA en América Latina se dividen entre un gran optimismo sobre la IA y mucho pesimismo. El futuro puede ser esplendoroso, poniendo la tecnología a disposición de las personas para mejorar los sistemas de educación, diagnósticos médicos más oportunos, legitimar la democracia, mejorar las condiciones de trabajo, prevenir desastres naturales generados por la crisis climática y aumentar la productividad científica. O al revés, puede derrumbar la labor docente, aumentar las brechas en salud, dinamitar la democracia a través de las noticias falsas, generar desempleo incontrolable o aumentar drásticamente las emisiones de CO2 por el consumo de energía. Sobre lo que sí parece haber consenso es que lo que suceda depende de la manera en que hoy enfrentemos los principales desafíos que presenta la IA hoy
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