El carnaval cruceño genera un movimiento económico de al menos a $us 2,2 millones que se distribuyen en toda la actividad carnavalera que arranca con el desfile Boulevard Carnaval y culmina con el último día de mojazón.
Solo en patrocinios la suma alcanza a $us 2,1 millones. Son más de una decena de empresas que aportan para cubrir los costos de organización y el pago de premios de los diversos eventos que se realizan durante los casi 40 días que dura esta fiesta.
Los montos de auspicios oscilan entre $us 5.000 y $us 210.000. En algunos casos, las empresas bolivianas no dan en efectivo, sino que lo hacen a través de intercambio comercial de productos y servicios”, explicó el dirigente de la Asociación.
A esto se debe sumar la venta de espacios para el corso, que alcanza $us 70.000, mientras que en inscripciones de comparsas se estima que la cifra supera los $us 42.000.
Estas cifras oficiales son las que maneja la ACCC y pueden ser más altas si se toma en cuenta el movimiento económico que genera la parte informal y de la que no se cuenta con datos oficiales.
En términos de empleo, la actividad carnavalera generará 8.000 puestos laborales eventuales solamente en el área de confecciones de casacas o batas, 3.000 empleos de puestos de bebidas y otros 3.000 de comida entre otros negocios, según el analista económico, Carlos Schlink.
Para este 2014 tiene previsto mover alrededor de $us 9 millones tanto en el marcado legal e informal, movimiento importante para la economía boliviana.
El presupuesto promedio de una comparsa conocida oscila entre $us 25.000 y $us 30.000. Las cuotas en las comparsas pueden llegar a superar los $us 350 por pareja.
Los sectores que forman parte de esta fiesta en las diferentes comparsas corresponden a: las bebidas, alrededor de $us 7.000; la comida, sobre los $us 6.000; la vestimenta, $us 3.000; y por último la seguridad, con $us 2.000, estos son los costos individuales.
Los sectores que han sufrido un mayor incremento, respecto a 2013, por efecto de la inflación y de la alta demanda de bienes y servicios en esta gestión, son los grupos musicales que amenizan las diferentes agrupaciones y que se incrementaron un 50%, las bebidas, un 35% y la comida, en un 30%. Las comparsas, para cubrir estos gastos, tuvieron que incrementar sus cuotas en un 30%.
De esa manera el carnaval no sólo se constituye en una expresión cultural sino es asumida como oportunidad de negocios para los bolivianos.