La desigualdad de género se refleja en los bajos porcentajes de mujeres que tienen acceso a los derechos económicos, educativos, de salud y políticos pero la brecha se agranda cuando nos referimos al liderazgo femenino en la empresa. De acuerdo a un informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) solo el 15 % de mujeres ocupa cargos de gerentes generales, el resto de las mujeres, en su mayoría ocupan cargo subalternos.
¿A qué responde esa diferencia? la cifras no descalifican la capacidad y el talento de las mujeres, es más, a medida que su nivel educativo supera el de los hombres en casi todas las regiones, las mujeres constituyen un acervo de talento y un recurso nacional notables. Entonces son otro tipo de limitaciones que les impide acceder a los cargos más altos, las mujeres siguen excluidas de la adopción de las principales decisiones económicas.
La OIT identifica los siguientes obstáculos los que se enfrenta una mujer en la vida empresarial:
“Promover la igualdad de género en las empresas además de ser la opción justa es la más inteligente” según la OIT, y es que el desempeño de las mujeres empresarias están teniendo un impacto creciente en diversas economías. El estudio “Mujeres propietarias de negocios: Tallando un Nuevo paisaje Americano de negocios” presentado en 2014, proporciona ejemplos de gran alcance de los sistemas y programas que promueven y apoyan las iniciativas empresariales de las mujeres en las comunidades de los Estados Unidos.
De esa manera las diferentes investigaciones de emprendimiento y desarrollo empresarial se dirigen a retratar la situación de las mujeres en estos campos, es una muestra de que las mujeres están impactando en cómo hacer negocios en América. Esto responde a su capacidad de liderazgo desde el seno familiar y otros talentos que las sociedades no están sabiendo aprovechar, los mismos son: