La Huerta inicia cuando Govinda Rivera descubre un gran potencial en la producción local de alimentos saludables. Este emprendimiento genera un efecto multiplicador, en dos ciudades de Bolivia, ya que un 90% de la totalidad de los productos ofrecidos a sus clientes son de industria nacional.
En La Huerta está demostrado que es posible comer delicioso y sano, ya que ofrecen una variedad de productos vegetarianos, veganos, sin azúcar, productos gourmet, harinas, premezclas, productos sin gluten, chocolates, snacks, probióticos, vegetales sin agroquímicos, cafés, infusiones, helados, entre otros. Además, cuentan con dos espacios amplios, cómodos, completos y especializados en productos que cuidan la alimentación y la piel de sus clientes.
Conoce más de este innovador mercado saludable a través de la entrevista que le realizó Bolivia Emprende a Govinda Rivera, líder de La Huerta.
La Huerta nació en mayo del 2017 después de meses de planeación y ejecución del proyecto que sería el primer micro mercado especializado en productos naturales en Bolivia.
Soy vegetariana de nacimiento, por lo que siempre llevé una alimentación basada en proteína vegetal y fue durante la elaboración de mi Tesis de Grado que tuve contacto con un amplio grupo de micro y pequeños emprendedores en La Paz. Descubrí un gran potencial en la producción local de alimentos saludables, que se ve limitado debido a la falta de apoyo institucional, principalmente en la comercialización.
En Bolivia se ve una positiva tendencia en la demanda de productos naturales, vegetales orgánicos, productos libres de químicos, colorantes, conservantes, saborizantes artificiales, además de una creciente población que lleva dietas especiales que son libres de carne, de gluten, de lactosa, de azúcar, entre otros. Frente a esta necesidad, surgió la idea de brindar un espacio amplio, cómodo, completo y especializado en productos de este tipo; vegetarianos, saludables, naturales, orgánicos y de alta calidad.
Actualmente, trabajamos en dos ciudades, La Paz y Santa Cruz y contamos con más de 200 proveedores y ofrecemos a nuestros clientes más de 1500 ítems. Nuestros productos se caracterizan por ser en su totalidad productos tradicionales. Ofrecemos una variedad de productos vegetarianos, veganos, sin azúcar, cosmética natural, productos gourmet, harinas, premezclas, productos sin gluten, chocolates, snacks, probióticos, vegetales sin agroquímicos, cafés, infusiones, helados, entre otros.
Como en el resto del mundo, en Bolivia existe una positiva tendencia en la demanda de productos naturales, vegetales orgánicos, productos libres de químicos, colorantes, conservantes, saborizantes artificiales. Asimismo hay una creciente población que lleva dietas especiales como ser libres de carne, de gluten, de lactosa, de azúcar y otros alimentos porque existe un significativo incremento de enfermedades y malestares crónicos de la vida moderna: diabetes, hipertensión, gastritis, obesidad, intolerancias al gluten, a la lactosa, diferentes alergias y obviamente cáncer. Tenemos muchos clientes que cuentan con estos padecimientos, otros que desean prevenirlas, y algunos de ellos tienen una filosofía de vida natural. Varias personas están migrando hacia un estilo de vida más sano consiente y natural.
Frente a esta necesidad, decidimos abrir La Huerta, un espacio amplio, cómodo, completo y especializado en productos de este tipo.
Además de la demanda, estamos viendo una creciente oferta nacional en la producción de este tipo de alternativas, de manera que hemos logrado que un 90% de la totalidad de los productos ofrecidos a nuestros clientes, sean industria nacional.
Es posible y es también parte de nuestros objetivos el brindar alternativas que sean sanas y deliciosas a la vez.
El azúcar, los diferentes saborizantes artificiales, los fritos, las harinas refinadas, entre otros, son de las cosas más adictivas y es un desafío sustituirlas por opciones más nutritivas. Lo lindo es que siguen apareciendo más opciones deliciosas para diferentes tipos de dietas que no dejan nada que desear a las “originales”, desde una leche condensada sin azúcar, panes sin harina de trigo, diferentes opciones de proteína vegetal, yogurts y quesos sin lactosa y otros productos innovadores que son saludables. Aún queda mucho camino por recorrer, pero estamos ampliando las opciones para que aquellas personas que les cueste más el cambiar ciertos hábitos alimenticios, tengan opciones que les satisfaga.
Estamos trabajando en hacer más visibles y accesibles diferentes opciones que son más nutritivas, naturales, amigables con el medio ambiente y en su gran mayoría producidas por pequeñas y medianas empresas.
Si bien nuestros volúmenes de venta no tienen punto de comparación a los de un supermercado, creo que estamos poniendo un granito de arena en el apoyo a productores que tienen procesos más cuidadosos con el medio ambiente y que por supuesto buscan crear mejores alternativas para la salud. Además, queremos complementar nuestra oferta con estrategias de información sobre diferentes temas (salud, medio ambiente, producción local). Creo que estamos haciendo algo bueno para nuestra comunidad, aunque nuestro mercado sea limitado.
Esto tiene todo que ver con mis principios personales, yo nací en una familia vegetariana – mis papás adoptaron este tipo de alimentación cuando eran jóvenes – por esta razón nunca probé carne. Ya se tiene mucha información sobre los beneficios de reducir el consumo de carne, ya sea por el impacto en el medio ambiente, en la salud o por empatía con los seres vivos que sufren demasiada violencia a causa de la industria cárnica, y por cualquiera de estas razones existe más interés en dejar o reducir el consumo de carne. En La Huerta, nos encanta poder brindar un granito de arena en el camino de todas aquellas personas que quieren probar otras alterativas.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y por muchos años hemos estado aplicando sobre ella productos de los cuales no tenemos idea de qué están hechos o si podría tener un efecto negativo en nuestra salud. La gran mayoría de la cosmética industrial contiene productos químicos tóxicos como ingredientes derivados de petróleo, que a la larga pueden provocar problemas de salud, alergias, reacciones alérgicas, entre otros males.
Con estas alternativas más amigables con nuestra piel y con el medio ambiente, cuidamos de igual o mejor manera nuestro cuerpo, con ingredientes de excelente calidad y productos formulados para que tengan muy buenos resultados.
Además de los ingredientes naturales y la cosmética con la que trabajamos no testea en animales, entonces también son libres de crueldad.
En general la respuesta fue muy positiva, las personas reaccionaron bien a lo que en su momento fue una propuesta novedosa y pionera. Logramos fidelizar a muchos clientes que hoy en día consideramos amigos y poco a poco nos seguimos haciendo conocer.
Honestidad, calidad, amabilidad, responsabilidad, diligencia y cercanía.
En La Paz y Santa Cruz, pero deseamos tener presencia en el resto de las ciudades del país.
Para mí PLEI fue muy enriquecedor a nivel profesional y personal. Abordamos muchos temas que son críticos para el desempeño y crecimiento de una empresa, en base no únicamente a la teoría sino experiencias reales y dentro de nuestra coyuntura de diferentes expertos. Me ayudó a ordenar mis ideas y proyectos, me dio herramientas para poder elaborar procedimientos concretos y planes de acción. Además, fue muy inspirador y gratificante el conocer diferentes emprendedores con excelente calidad humana, hicimos grandes amistades e hicimos familia.
La Beca del programa Fortune – U.S. Department of State Global Women’s Mentorship Partnership, que gané gracias a la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, fue sin duda una de las mejores experiencias que viví. Fue muy “empoderador” conocer y compartir con grandes y poderosos líderes tanto del mundo corporativo como del gobierno de Estados Unidos. Hubo un intercambio cultural muy lindo e interesante entre las diferentes becarias que fuimos seleccionadas, compartí y aprendí mucho de mujeres de otros continentes.
Regresé de ese viaje con más energía e inspiración. Después de un par de años bastantes desafiantes y pesados, en algún momento había considerado “tirar la toalla”. Después de esta experiencia tengo nuevas ideas sobre marketing, producción y administración de recursos humanos. Asimismo, tengo en mente nuevos proyectos además de La Huerta, y muchas ganas de generar cambios positivos en mi comunidad.
Creo que es muy importante decidir el grado de compromiso que tenemos con nuestro emprendimiento, se atraviesan tantos obstáculos y momentos difíciles que si no estamos completamente comprometidos es menos probable que tengamos éxito a largo plazo. También, durante esos momentos desafiantes es importante recordar que todo lo bueno en nuestra vida siempre costará mucho trabajo, y esto no se aplica únicamente en nuestros emprendimientos.
Una lección importante que aprendí con los años también es el balance entre nuestra vida personal y nuestro trabajo, es relevante integrar ambos aspectos para tener salud física y emocional.
También es destacable ser genuino y leal a nuestros valores y principios. En la medida que sea posible, aportar a nuestra comunidad, empezando por nuestras familias, nuestro equipo de trabajo, y dependiendo el alcance y tamaño que llegue a tener nuestra empresa, a más personas.
Me considero una persona empática, sensible, amable y justa. También puedo ser bastante ansiosa, emocional y aún continuo, aprendiendo a manejar el estrés y los obstáculos/dificultades que se presentan de mejor manera. Creo que aprendo rápido, soy ambiciosa y exigente.
Mi padre.
La bendición más grande que tengo es el ser parte de una familia que no deja de motivarme a trabajar duro, apuntar alto, ser mejor persona, continuar aprendiendo, ser agradecida y no dejar de lado nuestra espiritualidad.
Resiliencia, gratitud y amor.