Según el último censo de población y vivienda (2012), los municipios de Chuma e Inquisivi en La Paz), así como Tocopaya y Alalay en Cochabamba, encabezan la lista de regiones expulsoras de población, sobre todo indígena, que tiene como destino las principales ciudades de Bolivia, donde sin embargo, ingresan con grandes desventajas en términos de formación y habilidades técnicas.
Ante esta problemática, se conformó el pasado 26 de noviembre la Red de Ciudades Intermedias, Turísticas y Productivas, que cuenta con la participación de 17 municipios de todo el país, cuyas principales autoridades (alcaldes) se dieron cita a San José de Chiquitos, considerado un municipio escuela por sus importantes avances experimentados en los últimos 10 años.
La reunión de alcaldes se realizó en el marco de un encuentro organizado por el Centro Para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad).
El presidente de esta organización, Rubens Barbery, planteó la necesidad de contar con ciudades intermedias que tengan calidad de nodos de desarrollo. Y como ejemplo mencionó a San José de Chiquitos que, en su condición de receptor de población de al menos ocho municipios aledaños, cuenta con infraestructura y servicios para una cantidad superior a su misma población, que es de 30 mil habitantes.
«La intención es compartir buenas experiencias prácticas que apoyen desde el punto de vista del desarrollo local. Lo que estamos haciendo es una mezcla de teoría y práctica en un encuentro académico con varias exposiciones con temas referentes a la economía, la producción, la sostenibilidad ambiental, el cambio climático y planificación adecuada de recursos humanos, patrimoniales naturales y culturales», detalló Barbery.
Por su parte, el alcalde de San José, Germaín Caballero, calificó como positivo el encuentro que duró cuatro días y destacó la conformación del directorio de la Red de Ciudades Intermedias, que tendrá como objetivo el intercambio de conocimientos y tendencias en gestión pública.
Según Caballero, el municipio de San José, al contar con un hospital de segundo nivel, recibe a poblaciones de municipios aledaños, como Pailón, Roboré, El Carmen, Puerto Suárez y Puerto Quijarro. Ésta es una de las denominadas «buenas prácticas» que esta red busca replicar en otros municipios de Bolivia.
Políticas
Las políticas agropecuarias implementadas en las 28 comunidades indígenas de San José de Chiquitos fueron elogiadas por los alcaldes visitantes. La delegación de alcaldes llegó hasta Dolores, una de las 28 comunidades indígenas que forma parte de la Central de Comunidades Indígenas Turubó. Cada comunidad está organizada en base a sus usos y costumbres y tiene su propio líder o cacique, quien es elegido por los habitantes.
Julio Socoré, presidente de esta central de comunidades, informó que tanto Dolores, como las otras 27 comunidades, tienen títulos de propiedad inscritos en Derechos Reales y cuentan con personería jurídica como comunidad indígena chiquitana.
En Dolores, la principal actividad es la agricultura y ganadería. Para ello, las autoridades, tras una serie de gestiones con San José de Chiquitos, pusieron en marcha un proyecto que consiste en la dotación de una determinada cantidad de cabezas de ganado para una familia, la cual deberá entregar la misma cantidad después de cinco años, pero ya habiéndose servido de la reproducción.
Del mismo modo, las personas dedicadas a la agricultura comparten un tractor que realiza trabajos de preparación de suelos para la siembra a bajos precios.
San José de Chiquitos, un modelo de municipio escuela.
Dentro del programa de actividades que realizó la delegación de alcaldes, estuvo la visita a las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, un templo de piedra que declarado en 1990 como Patrimonio Mundial por la Unesco. En el lugar también se encuentra el Museo Misional, que alberga piezas que datan en algunos casos del siglo XVII y que actualmente se encuentran celosamente conservadas.
Esta recuperación de valores culturales y patrimoniales se ha convertido en una importante atracción turística para San José, y, por ende, en un ingreso económico. Con esta motivación, el alcalde de este municipio, Germaín Caballero, indicó que se multiplicaron los recursos destinados al funcionamiento de la Orquesta Municipal.
Caballero explicó que hace 10 años, el presupuesto anual para este fin era de cerca de 40.000 bolivianos, pero hoy en día estos recursos son 10 veces más.
Como resultado, la orquesta, de niños y jóvenes, forma parte de un festival internacional realizado en Francia, además de haber logrado el primer lugar en el Festival de Cuerdas de Bolivia. «De alguna manera se están convirtiendo en nuestros principales embajadores», agregó Caballero.
Por otro lado, este municipio priorizó la conservación del Parque Nacional Histórico Santa Cruz La Vieja, creado en 1989. Allí se fundó por primera vez la ciudad de Santa Cruz, por Ñuflo de Chávez, en 1561. La delegación de alcaldes también visitó esta área protegida, donde el elenco teatral del municipio deleitó con una serie de obras referentes a la fundación.
Dentro de las actividades de recuperación de valores culturales y patrimoniales se halla el trabajo realizado por la Escuela Taller de la Chiquitania, un centro de aprendizaje de labores técnicas dirigidas a adolescentes y jóvenes. De momento, las carreras están centradas en carpintería y gastronomía.
La característica particular de este centro es la fidelidad, puesto que los trabajos que los estudiantes realizan están enfocados en temáticas culturales referidas a Las Misiones. Por ejemplo, se fabrican basureros, puertas, ventanas y todo tipo de muebles con el propio estilo colonial. Del mismo modo, los cursos de gastronomía están enfocados en recuperar esta identidad.
Todas nuestras actividades tienen ese componente de valorar todas nuestras tradiciones a través de la formación y devolverlas al mercado de alguna forma para mejorar la calidad de vida de la gente de la Chiquitania», explicó Marcelo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Civil Plan Misiones que regenta el mencionado centro de formación.
Carlos Hugo Molina, director del Cepad, explica que los motivos por los cuales la gente decide abandonar su lugar de origen son las escasas oportunidades de progreso. El trabajo familiar en áreas rurales no es monetizado, lo que causa descontento. Otra causa es la deficiente infraestructura, los bajos ingresos, la poca densidad poblacional y las menores opciones de consumo.
En tanto, los factores de atracción a las ciudades son: acceso a actividades económicas con mejores ingresos, oportunidad de acumular activos financieros, acceso a servicios básicos, mejores servicios sociales, oportunidad de consumo, acceso a circuitos generadores de riqueza y estar cerca del concepto idealizado de la modernidad.
Los principales 10 municipios receptores de población a nivel nacional son: Santa Cruz de la Sierra, El Alto, Cochabamba, Oruro, Sacaba, Tarija, Warnes, La Guardia, Sucre y Potosí. Los expulsores, en tanto, es decir donde se necesita implementar políticas de desarrollo económico, son: Chuma, Tacopaya, Inquisivi, Alalay, Tarvita, Mocomoco, Huacareta, Puerto Acosta, Anzaldo y Arani.