De las 15 millones de toneladas de alimentos que produce en la actualidad, el sector agroindustrial cruceño pretende llegar a 45 millones de toneladas hasta el año 2025, con lo que se lograría la soberanía alimentaria.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó a Página Siete que lo más importante es que para ese año los aproximadamente 14 millones de bolivianos que habrá en el país podrán tener acceso a por los menos 24 millones de toneladas de alimentos.
De acuerdo con los datos actuales, hoy los casi 10 millones de bolivianos se abastecen con cerca de 13 millones de toneladas de alimentos.
Con el aumento planificado por los agroindustriales también no sólo se incrementaría la cantidad de producción en Bolivia, sino que cada boliviano tendría opción a una mejor nutrición, una mayor cobertura «y lo que todos los bolivianos ansiamos, que es la soberanía alimentaria”, según afirma Rodríguez.
En el foro agroindustrial productivo por más inversión y por más empleos, que se llevó a cabo entre la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Cámara de Industria, Comercio y Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO), el año pasado, se logró un consenso entre la agenda productiva y la del bicentenario 2025 del Gobierno.
En aquel acuerdo se reafirmó el potencial que tiene el país para producir más alimentos, que está expresado en las 30 millones de hectáreas aptas para cultivo, de las cuales en la actualidad son ocupadas 5,2 millones; 3,2 en agricultura y dos millones en pastizales.
Para aumentar la producción de alimentos, el sector privado se comprometió a invertir 3.000 millones de dólares en agroindustria y 10.000 millones en la producción de alimentos y carnes. Rodríguez expresa que eso significará multiplicar por siete lo que se comercializa hoy; «para aquel entonces tendremos ingresos por más de 10.000 millones de dólares por la venta de alimentos y se contribuirá al desarrollo de Bolivia”, aseguró.
El ingreso familiar anual en promedio a nivel nacional alcanza a 8.982 bolivianos, sin embargo, existen zonas como el municipio de Anzaldo y otros sectores del altiplano que llegan a 4.366 bolivianos anuales; a diferencia de poblaciones como El Chore, donde las familias campesinas llegan a obtener una media de 11.915 bolivianos al año.
El estudio Composición de los ingresos familiares de campesinos indígenas, publicado por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), indica que a El Chore le siguen en importancia los ingresos registrados en el Río Orthon, en Pando, y en Urubichá, en Santa Cruz.
También señala que el promedio nacional muestra una notable variación dentro mismo de zonas donde la media de los ingresos anuales de las familias campesinas son más altos.
El caso más extremo también se produce en El Chore, donde el registro más bajo es de 1.005 bolivianos anuales y el máximo a 69.161 bolivianos; y en Gutiérrez el ingreso mínimo es de 2.888 bolivianos y el máximo de 44.216.
Esas diferencias se explican por la estructura productiva y por el contexto geográfico. Los indígenas que habitan en regiones con mayor disponibilidad de recursos tienen mejores oportunidades de satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y vivienda. A diferencia de ellos, para los campesinos que viven sobre todo en el altiplano y los valles, las condiciones ecológicas no ofrecen alternativas que complementen de la misma manera su alimentación.
Así no sólo las familias indígenas están en mejores condiciones económicas que las campesinas, sino que los ingresos de los campesinos son más volátiles porque se dedican más a lo agrícola y pecuario, que es más vulnerable frente al clima.