El acceso a servicios financieros marca un antes y un después en la vida de todo emprendedor, pero todavía más si se trata de una mujer. En Bolivia, todavía más tomando en cuenta que el 82% de los hogares monoparentales está a cargo de la madre. Además, la pandemia se convirtió en un impulsor de nuevos negocios.
De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, las mujeres se constituyen en el sector con menor mora en la banca, lo que se ha visto como una gran oportunidad en las entidades que hoy desarrollan productos y servicios enfocados en este sector.
El acceso a Bs 3.000 hizo que Yomar Roca Ávila de Pérez convierta su actividad de subsistencia en un lucrativo negocio. Elabora pan para venderlo en la zona del Plan Tres Mil. Lograr credibilidad ante una entidad financiera fue importante para desarrollar su emprendimiento. Es cliente de ProMujer y ahora tiene su propia tienda de barrio.
Entre las entidades que también ha visto un potencial en el crédito femenino está el Banco Económico con Red Mujer, Mi Aliada. “Se trata de una red creada para las mujeres empresarias y emprendedoras, en el marco de la Responsabilidad Social Empresarial, para fomentar su inclusión en el sistema financiero nacional y mejorar su experiencia, disminuyendo y/o eliminando las barreras sociales y culturales que las alejan del sistema financiero”, explicó Jaime Saavedra, jefe nacional de Comunicación y RSE del Banco Económico.
De acuerdo con el reporte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), en Bolivia el número de prestatarios al 31 de diciembre de 2021 pasaba los 1,7 millones, de los cuales el 60% son varones y el 40% mujeres. Esta figura corrobora los resultados que emitió hace algunos meses el índice de Inclusión Financiera (IIF) de Credicorp, en el que se ubica a Bolivia como uno de los países donde no se encuentran diferencias significativas con respecto al acceso de servicios financieros, llegando solo al 12%.
Un factor determinante para que esta brecha siga cayendo, no solo en Bolivia o Latinoamérica sino en todo el mundo, ha sido el covid-19, a través de la creación de nuevos emprendimientos, en búsqueda de una reactivación económica en todos los sectores. Hay que mencionar que en este afán, el género más activo en el último tiempo ha sido el femenino.
Desde ONU Mujeres indican que “la participación de la mujer en el sector financiero está directamente relacionada a la economía productiva, que hasta la fecha está relegada a sectores de menor escala, informales y condicionados por la sobrecarga de trabajo sin una justa remuneración, limitando (pese a todos los esfuerzos) su independencia económica”, reza el último reporte de la organización.
En tanto que en Pro Mujer, la CEO Carmen Correa dijo que visualizaron la necesidad de darle a las mujeres acceso al crédito y prestarles educación financiera para dar mejor uso de los fondos que recibían. “Tenemos tres pilares, primero dando acceso a servicios financieros; segundo, la educación financiera para hacer mejor uso de esos recursos y apoyo para desarrollar sus emprendimientos, que la mayoría surgen por necesidad. Y tercero, los servicios de salud previniendo enfermedades”, resaltó.
La brecha de género financiera aún persiste, puesto que el informe de Credicorp a nivel latinoamericano constata que existen grupos claramente alejados de la inclusión financiera, como el de las mujeres, personas mayores de 60 años, los ciudadanos del área rural y sectores educativos bajos y con menores niveles educativos. “Las mujeres alcanzan un puntaje de inclusión financiera del 39,5% frente al 41% de los hombres; los jóvenes de 18 a 25 años obtienen un 42,9% frente al 29,6% de los mayores de 60 años de edad y los habitantes urbanos un 40,1% frente al 31,7% de la población rural”.
Un hallazgo importante es el reporte de diferencias significativas por género en cuanto al IIF. Las mujeres muestran desventajas en el índice general y en todas las dimensiones que lo componen. De esta manera, en el índice general solo el 11% de mujeres se encuentra en el nivel logrado u óptimo de inclusión en comparación con el 21% encontrado en los hombres. Más de la mitad de las mujeres (56%) se encuentra en el nivel bajo, a diferencia de los hombres cuyo porcentaje alcanza el 45%.
El mismo reporte indica que en cuanto a tenencia de cuentas de ahorros y corriente, los hombres sobrepasan por siete puntos (48% los varones y 41% las mujeres), sobre la tenencia de tarjetas de débito: el 37% de los hombres cuenta con una, frente al 33% representado por las mujeres. En tenencia de tarjetas de crédito, el 15% de los hombres lleva la delantera, frente al 12% del género femenino.
Pero el estudio no concluye allí, puesto que describe quiénes son los que más usan los medios bancarizados para realizar pagos de productos o servicios, revelando que por solo dos puntos no se alcanza una equidad de género (38% de hombres y 36% mujeres).
Ahora bien, en cuanto a la frecuencia mensual de uso de servicios financieros tanto hombres como mujeres alcanzaron una proporcionalidad, pero los hombres bolivianos confían más que las mujeres en el sistema financiero.
Pro Mujer es la apuesta más grande de Bolivia que se ha convertido en todo un ejemplo para el resto de los países latinoamericanos. Nació en una de las ciudades más golpeadas por la pobreza en Bolivia, El Alto, y hoy tiene presencia en naciones como Argentina, Nicaragua, México, también están abriendo en Guatemala. “Ahora a través de alianzas llegamos a Perú, Haití, Chile, Honduras, donde no somos operadores pero sí contamos con aliados para llegar a las mujeres”, remarcó Carmen Correa, CEO de Pro Mujer en Latinoamérica.
En Bolivia, Correa destacó que la entidad tiene 40 centros de atención en varios departamentos. “Nosotros visualizamos la necesidad de darles a las mujeres acceso al crédito y prestarles educación financiera para dar mejor uso de los fondos que recibían. Hoy, después de 32 años, sigue trabajando de manera holística.
Tenemos tres pilares, primero dando acceso a servicios financieros; segundo, la educación financiera para hacer mejor uso de esos recursos y apoyo para desarrollar sus emprendimientos, que la mayoría surgen por necesidad. Y tercero, los servicios de salud previniendo enfermedades como cáncer de cuello uterino, salud sexual y reproductiva, obesidad, cáncer de mama, hipertensión, diabetes. Si no existe mujer sana no puede haber una optimización de sus actividades”, apuntó.
La CEO remarcó que Pro Mujer ha llevado 4.400 millones de dólares desembolsados en toda la región, más de 10 millones prestados en servicios de atención de salud preventiva y han capacitado a más de dos millones de mujeres.
Para Correa aún existe una brecha de género, pero lo más grave es que existe violencia de género, “que se acrecentó, de alguna manera, debido al confinamiento por la pandemia”, aseguró. De ahí la importancia de la formación constante, y más ahora, en lo digital, “necesitamos que estén capacitadas para utilizar en mayor medida los teléfonos inteligentes, por los que ellas puedan ampliar su espectro y beneficios”.
Desde el Banco Económico proponen Red Mujer, Mi Aliada. “Se trata de unared creada para las mujeres empresarias y emprendedoras, en el marco de la Responsabilidad Social Empresarial, para fomentar su inclusión en el sistema financiero nacional y mejorar su experiencia, disminuyendo y/o eliminando las barreras sociales y culturales que las alejan del sistema financiero”, explicó Jaime Saavedra, jefe Nacional de Comunicación y RSE del Banco Económico.
Asimismo, sostuvo que la Red se creó el 2017 y “busca brindar oportunidades que impulsen el crecimiento del negocio, y que favorezcan su bienestar personal, familiar y económico, a través de capacitaciones y productos no financieros desarrollados según sus características y necesidades.
“Promovemos la cooperación entre mujeres de negocios generando una comunidad de manera que puedan conocerse, interactuar e impulsar su desarrollo a partir de la ampliación de sus redes de contacto”, remarcó Saavedra. El ejecutivo destacó que la participación de los emprendimientos dirigidos por mujeres, se convierten en uno de los mayores impulsores de la dinámica económica del país.
A través de este programa, se han llevado adelante dos concursos de ideas de negocio en los años 2018 y 2019 (suspendido después por la pandemia) en donde se presentaron 2.428 ideas de negocio y/o emprendimientos iniciales. Es así que entregó como capital semilla Bs 150.000 más el apoyo de expertos para la elaboración de un plan de negocios y la asistencia técnica personalizada para su implementación. Pero eso no es todo, la comunidad de Red Mujer, a la fecha cuenta con más de 13.041 integrantes a nivel nacional. Ha realizado hasta la fecha 180 webinars con una participación de 12.923 mujeres emprendedoras y 217 horas aproximadas de capacitación sobre habilidades gerenciales, administrativas, finanzas y desarrollo personal. En la gestión 2020 se realizaron 69 webinars con la participación de 4.891 beneficiadas.
En 2021: 87 webinars con la participación de 6.579 beneficiadas. Y en lo
que va de gestión 24 webinars con la participación de 1.453 beneficiadas.
Lleva 7 ciclos. Empezó su historia en Pro Mujer con Bs 3.000 con la
actividad de venta de pan, es una emprendedora que ha incrementado su capital y actualmente cuenta con una tienda de barrio, ubicada en su domicilio en el barrio Suárez, zona del Plan Tres Mil.
Tiene un emprendimiento de venta de ropa, accesorios e insumos para mascotas, ella participa activamente de los cursos virtuales impartidos para la comunidad de Red Mujer del Banco Económico y el aprovechamiento de cada una de estas capacitaciones la está impulsando a concretar un nuevo proyecto.
Lleva 25 ciclos en Pro Mujer, comenzó con un crédito de Bs 500. Se dedicó a la venta de diferentes productos, incrementó su capital gracias a los créditos otorgados por la entidad financiera, ahora importa productos como carteras, maletas, bolsones de viaje y otros.
Elabora y pinta macetas y tejas. Después del crédito de Pro Mujer, logró resultados impresionantes. Trabaja con su hija, que es una gran artista. Quiere llegar a escala nacional y tener una tienda en un lugar más céntrico. Lidera a más de 40 emprendedoras. Fue invitada en un webinar de la plataforma regional para contar su experiencia.