Consejo Nacional de Presidentes y Gerentes de la CNI propone hoja de ruta para reactivar el sector industrial
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Noviembre 04, 2021
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Luego de dos jornadas intensas de análisis de la situación actual de la industria manufacturera, la coyuntura económica y social, el contexto internacional y los desafíos ante el futuro inmediato, declararon que:
La industria necesita grandes cantidades de energía, indispensable para sus procesos productivos; requiere de la inversión de mucho capital, de enormes cantidades de materias primas, de mano de obra calificada y de mercados con poder de compra. Todas estas condiciones hoy en día se encuentran amenazadas por factores internos y externos
La crisis de liquidez que ha enfrentado el mundo entero a raíz de la pandemia ha puesto en riesgo las cadenas de pagos y el acceso a crédito de familias y empresas a lo largo y ancho del mundo. En nuestro país la realidad sigue distorsionada por medidas que eran necesarias en su momento, pero que requieren de complementos que permitan mitigar los efectos de la pérdida de ingresos, ventas y mercados. Es necesario asegurar que el flujo de recursos en la economía se mantenga y perdure para lograr una adecuada recuperación.
La pandemia ha puesto en relieve las brechas de acceso, provisión y uso de nuevas tecnologías que enfrentamos en nuestro país en relación a las economías vecinas y del resto del mundo. La industria requiere de capital humano calificado, capaz de adaptarse a las nuevas condiciones que imponen las nuevas tecnologías y formas de producción. Como industriales hemos asumido gran parte de la formación de nuestros trabajadores, su capacitación y desarrollo laboral. Por eso, es necesario facilitar al industrial las condiciones necesarias para continuar con estas políticas. La sobre regulación, la fiscalización selectiva y asimétrica, y la competencia desleal que enfrentamos no ayudan a facilitar las políticas de formación continua, tan importantes en tiempos de cambio tecnológico.
La vacunación es el camino a la apertura completa de la economía, al regreso al trabajo, a la escuela y a las actividades de esparcimiento y consumo. Los bajos niveles de población con vacunación completa en Bolivia (29%) se constituyen en una limitación enorme para retornar a los niveles necesarios de actividad económica. La única manera de reactivar la economía es alcanzar la inmunidad. Por lo tanto, es claro que ese debería ser el principal objetivo de las organizaciones públicas y privadas.
El acceso a materias primas, insumos y materiales se ha visto perjudicado por los cuellos de botella en las cadenas logísticas internacionales, los problemas en el transporte aéreo del que disponemos y las sequías que afectan el transporte fluvial. Esto tendrá efectos en la provisión y los costos de producción, que son asumidos por la industria nacional, pero que sin duda alguna afectan a nuestra competitividad. En este contexto, es importante encontrar soluciones efectivas y coordinadas, evitar caer en la regulación ciega y apoyar al aparato productivo nacional. En un momento de shocks externos no es posible pensar que además se deban enfrentar regulaciones restrictivas y coercitivas que solo perjudican a la industria y el empleo nacional.
El contrabando, las leyes que desincentivan la inversión, la debilidad institucional y las necesidades que enfrentan aquellas familias que han quedado sin acceso a un empleo digno, empujándolas hacia la informalidad, afectan el clima de inversiones, el desarrollo de la industria y la generación de empleo de calidad. Este círculo vicioso puede reproducirse hasta la insostenibilidad del clima social y económico si no se toma en cuenta que son los principios de libertad y seguridad jurídica los que permiten asignar de mejor manera los recursos. La actual coyuntura demanda la mayor responsabilidad en el diseño de las políticas públicas y de la regulación.
Hoja de ruta para “reconstruir mejor”
En este sentido, los industriales proponen la siguiente hoja de ruta para “reconstruir mejor”:
Establecer el conjunto de políticas, planes y programas necesarios para reactivar la economía desde una perspectiva integral. El impacto de la pandemia ha afectado a todos los sectores, todas las regiones y todos los estratos de la sociedad, por lo que es necesario identificar los efectos, cuantificarlos y determinar la mejor manera para superarlos sin exclusiones.
Solicitar al Gobierno Nacional y a los Gobiernos Subnacionales impulsar con mayor fuerza las Campañas de Vacunación contra la COVID– 19 y exhortar a las industrias en Bolivia emprender programas y proyectos empresariales que contribuyan a un mayor porcentaje de vacunación completa de la población contra el COVID – 19.
Es imperiosa la integración y vinculación caminera entre el norte del país (Beni y Pando) y el centro, sur y occidente. Asimismo, es fundamental generar nuevas vías de exportación a través de nuevas rutas hidroviarias como la ruta Ichilo – Mamoré. Asimismo, la integración y vinculación aérea, directa, entre todos los departamentos del país.
Iniciar, de manera sostenible y efectiva, la transición a la formalidad. El contrabando y el subempleo son parte de un problema de productividad, pero también de escala y complejidad del esquema normativo, que no ofrece ninguna opción atractiva a millones de familias bolivianas. La lucha efectiva contra el contrabando debe empezar por eliminar las restricciones y los costos que enfrentan las familias que buscan crear empleo formal y de calidad para los suyos y otras familias. Este es un momento de cambio que debemos aprovechar para iniciar esa transición.
Todos las industrias del país en unidad estamos listos para «reconstruir para mejorar», concluyó el presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Ibo Blazicevic.