Como impulsadas por los ritmos de una sinfonía, miles de botellas y latas de cerveza literalmente cubiertas con perlas de agua se mueven de forma armónica en un proceso automatizado al interior de la planta cervecera Real.
Por hora se envasan 15.000 botellas y 10.000 latas con el nuevo sello de la espumosa ‘rubia’ Cordillera y a una temperatura de cero grados centígrados para el consumidor.
La marca desarrollada en Perú y adquirida por ejecutivos de la empresa Bebidas Bolivianas (BBO S.SA.), que también fabrica la cervecera Real, activa la presencia de un nuevo jugador de talla internacional en el mercado cervecero boliviano.
Las tres presentaciones de Cordillera con estándares internacionales son: botella de 620 centímetros cúbicos (cc) retornable, la botella de 300 cc no retornable y la lata de 350 cc no retornable.
Lo que destaca Díaz es la alta aceptación del producto en La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz, Beni, Tarija y Sucre. Para el primer trimestre del 2015 sentarán presencia en Potosí, Oruro y Pando.
Las otra novedad es que desde enero de 2015, a decir del gerente general de BBO, Marco Díaz, reforzarán su portafolio de productos con la cerveza Heineken.
Lo que detalla el gerente de Márquetin, José Alberto López, es que Heineken se comercializará en Bolivia en botella de un litro, en botella de 650 centímetros cúbicos (cc), en botellita de 330 cc y la lata de 355 cc. Todas son descartables. El barrilito de cinco litros será importado de Holanda y los otros cuatro productos de Argentina.
Díaz indicó que BBO con Real, Cordillera y Heineken peleará centímetro a centímetro el mercado nacional y que en 2015 se vienen más inversiones en tecnología.