El turismo en Cochabamba, que ha estado prácticamente inactivo desde 2019 por la pandemia, está empezando a ganar fuerza y a encontrar nuevos espacios que permiten su desarrollo.
Cuatro factores marcan la agenda de esta reactivación:
Explicaron expertos en el marco del Día Internacional del Turismo, que se celebra el lunes 27 de septiembre.
La caída del turismo en el mundo, en el país y en el departamento implicó no solo una merma gigantesca de la economía, sino una pérdida fundamental de la cultura, de la reciprocidad, del conocimiento y del vivir humano.
“En el planeta entero, la primera actividad que ha sufrido por la pandemia es el turismo. El turismo funciona trayendo y llevando gente, moviendo personas. Y eso fue peligroso porque muchas veces se llevó gente sana a lugares donde ya estaba presente el virus o viceversa. Así, se ha cerrado la actividad turística”, comentó Miguel Mendoza, gerente de la Asociación Boliviana de Agencias de Viajes y Turismo (Abavyt).
Por supuesto que Cochabamba no es la excepción, la gente estaba encerrada en sus casas y todos los centros turísticos no funcionaron para evitar la propagación del virus.
Mendoza detalló que las agencias de turismo han sido las más afectadas durante la pandemia, debido a que se han visto obligadas a cerrar sus negocios a causa de la caída estrepitosa de la demanda turística que implicó que más de 500 agencias quedaran en un grupo muy reducido. “Han muerto muchas agencias, ni siquiera cerrado temporalmente”, comenta.
Sin embargo, tras dos terribles años en la historia y gracias a la aparición de las vacunas, el número de contagios y de decesos en el país han bajado considerablemente, lo cual está permitiendo una vuelta a cierta normalidad que implica la reactivación del sector del turismo. Por supuesto, esto debe llevarse a cabo bajo ciertas estrategias de parte de las autoridades y empresas de este rubro que permitan el crecimiento turístico del país sin poner en riesgo la salud de los ciudadanos.
Desde Quillacollo, el director de Cultura de este municipio, Pablo Hinojosa, aseguró que se está trabajando en la reactivación del turismo local y departamental para beneficiar a los diferentes actores económicos inmiscuidos en esta problemática (transporte, gastronomía, hotelería, guías turísticos).
Explicó que el enfoque principal de su estrategia está basado en el turismo comunitario a través de la capacitación, sensibilización y promoción de los lugares turísticos.
“Una de las estrategias de reactivación económica que hemos utilizado es la capacitación a las comunidades para que presten los servicios y se conviertan en los beneficiarios directos”, dijo Hinojosa.
Además, la implementación de planes de capacitación para los comunarios y convertirlos en los prestadores y promocionadores de servicios en estas zonas que, por estar alejadas de la ciudad y ser espacios naturales, están basadas en el turismo de aventura.
También se coordina con la cámara hotelera para ver la posibilidad de rebajar los impuestos. “Al mismo tiempo, se está pensando en lanzar algunas ofertas y poder brindar alguna certificación de servicio a los centros de hospedaje y a los restaurantes”, dijo.
Explicó que gracias a esta sensibilización las comunidades ya se están abriendo para mostrar todos estos espacios que tradicionalmente cuidaban para evitar destrozos.
“Así los apoyamos en el tema de promoción, señalización o infraestructura. No estamos enfocándonos únicamente en mostrar paisajes, sino en motivar al turista mediante actividades que puedan realizar en diferentes lugares turísticos”, aseveró.
En cuanto a Abavyt, Mendoza aseguró que su prioridad es rescatar a sus asociados y ganar nuevos afiliados.
“Tenemos la idea de que el turismo debe ser una actividad económica no depredadora. Como es transversal a casi todas las actividades económicas, siempre estamos cerca a otras. Esa es nuestra línea: recuperar la actividad empresarial, micro-empresarial e individual”, aseveró.
Una ventaja que tiene el turismo es el uso de las redes sociales por parte de ciudadanos que están redescubriendo su país e impulsando a la gente a que conozca lugares que nunca habían tenido mucha visibilidad.
Tanto Mendoza como Hinojosa dicen que las redes sociales han ayudado bastante en la reactivación de este sector de la economía y han marcado un nuevo camino de enfoque.
“Podemos aprovecharnos mucho de las Redes Sociales porque ellas nos retroalimentan, nos dicen qué es lo que la gente está buscando. Esta ayuda prácticamente nos muestra el camino”, dijo Mendoza.
Este es el caso, por ejemplo, del Cañón Tuta Wallpa, los jardines de La Campiña o las cascadas de Arocagua, espacios que han cobrado visibilidad gracias a TikTok.
“Es la gente la que marca el destino y que este destino se vuelva viral. No son las agencias ni las autoridades las que están marcando la línea turística. Simplemente, la gente está mostrando sus preferencias y sus gustos. Lo mismo con la comida”, añadió Mendoza.
Por otro lado, debido en parte al encierro casi carcelario en el que nos puso la pandemia, está tomando mucha relevancia el concepto de ecoturismo enfocado en las áreas y espacios naturales del país.
“Gracias a este ecoturismo comunitario, podemos ofrecerles a las personas la opción de visitar estos lugares naturales sin la necesidad de utilizar el barbijo y con un buen distanciamiento social”, señaló Hinojosa.
Para Mendoza dijo que a pesar de que la pandemia “nos ha enseñado a cuidar un poco más nuestra naturaleza”, no se puede hablar de una propuesta de ecoturismo, ya que “no hay espacios en los que la gente se zambulla en el cuidado del ambiente y pueda llevar a casa ese aprendizaje, que es la función del ecoturismo”, afirma.