Diesse Ltda (Dimentional Sodalite) es una empresa que puede jactarse de haber sido pionera en Bolivia (y probablemente en el mundo) en la explotación y exportación de sodalita, el mármol azul, único en su género.
Según explica su gerente general, Gunter Haas, la empresa atravesó una odisea de problemas, desde abrir la venta y sacar el material a lomo de mula hasta buscar un mercado en el exterior, pues la sodalita apenas era utilizada para artesanías, cuando lo que se buscaba era emplearla en construcción, en pisos y baldosas.
La historia comienza en 1990, cuando los italianos Paolo Zappa y su hijo Enrico aceptaron el desafío de adquirir la veta, ubicada en Sivingani, en el cerro de Sapo (a 40 kilómetros de Independencia, provincia Ayopaya). Gunter Haas pasó a integrar la planta en 1992 como piloto y asesor.
Hasta entonces, todo había sido inversión de tiempo, infraestructura y obras. Se trajo maquinaria italiana, se abrieron un sinnúmero de caminos, se instalaron campamentos, se abrieron las vetas y recién en 1994 comenzó realmente la explotación.
Sin embargo, la primera decepción llegó al buscar un mercado. En el país nadie pagaría los 100 dólares por metro cuadrado (promedio), y en el mundo “la moda” de la construcción era el mármol blanco o el negro. Nadie veía con buenos ojos el azul, que estaba reservado más a la artesanía. Hasta la forma de explotarla en el resto del mundo era rústica, sólo destrozaban los filones impidiendo su empleo en pisos o en baldosas.
Gunter Haas recuerda que fue aproximadamente en 1997 que él pasó de empleado a socio de la empresa, y, paralelamente, se inició una agresiva campaña de búsqueda de mercado, hasta abrirse espacios en Italia, Estados Unidos, China, Irán, Brasil y otros.
Tras esta conquista, aparecieron otros yacimientos exportadores. “Pero todos comenzaron a partir de nuestra apertura de mercado”, explica Gunter Haas.
Actualmente, la planta ubicada en Sivingani procesa bloques semiterminados y terminados (cortados, pulidos y listos para colocar). Como ya se abrieron muchas vías, es más fácil de hacer llegar el material a Cochabamba, donde se lo embala, y se lo traslada a los puertos de Arica, rumbo al resto del mundo. El único problema ahora son los bloqueos y huelgas que constantemente ocurren en la frontera con Chile, o los conflictos con las navieras. Por lo demás, Diesse Ltda. tiene el orgullo de haber sido la que abrió caminos no sólo en Independencia, sino también en el mercado mundial de sodalita.