Un grupo de 10 empresas bolivianas está interesada en cerrar contratos de transmisión de señales con la Agencia Boliviana Espacial (ABE) por un valor bruto de $us 15 millones. El director de la ABE, Iván Zambrana, anticipó que de ese monto debe descontarse el pago de impuestos y otras obligaciones. Explicó que las empresas operan en el mercado de las telecomunicaciones en Bolivia y que requieren los servicios del satélite Túpac Katari para la transmisión de señales desde y hacia el país.
Alrededor de 10 empresas (están interesadas), todas son de servicios de retransmisión satelital porque el satélite es repetidor de microondas y el servicio en el fondo es para todos. Estamos negociando varios contratos”, precisó.
Señaló que el satélite generará $us 40 millones cada año por la prestación de servicios que se realicen en favor de empresas e instituciones bolivianas y extranjeras. La construcción del satélite y su lanzamiento a la órbita que se realizó el 20 de diciembre del año pasado, demandó una inversión de $us 300 millones, de los que $us 251 millones provienen de un crédito del Banco de Desarrollo de China.
La autoridad indicó que de la decena de empresas interesadas en contar con los servicios del satélite, unas cuatro son empresas telefónicas que no fueron identificadas por la autoridad.
La gerente de comunicación de la empresa líder Tigo, Nadia Eid, manifestó la semana anterior que la compañía sostiene negociaciones con el Gobierno para contar con los servicios de satélite.
El gerente de atención al cliente de Entel, Emilio Evia, expresó que la telefónica también está interesada en contar los servicios de éste satélite y que sería una de las 10 empresas, además de Tigo, señaladas por Zambrana.
Para ampliar los servicios de telefonía e internet, Entel proyecta instalar 1.000 telecentros para cubrir al menos 2.500 poblaciones con esos servicios.
El satélite «Túpac Katari» TKSAT-1, bautizado con el nombre del líder indígena que se rebeló contra el imperio español en el siglo XVIII, fue construido por la Corporación Industrial Gran Muralla, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China.
El Gobierno logró que 78 bolivianos fueran capacitados en China para operar al TKSAT-1, que tiene una vida útil de 15 años. El proyecto demandó una inversión de 302 millones de dólares.