El Gobierno fijó para este año, un aporte de entre el 2% y 4% de las utilidades de las entidades financieras a los Fondos de Garantía para los créditos productivos y de vivienda de interés social. En ese marco, estos fondos ya cuentan con $us 427 millones y para respaldar posibles pérdidas bancarias, se constituye una “reserva no distribuible”.
La reglamentación, que se aprueba por sexto año consecutivo, se apoya en el Decreto Supremo 4131 del pasado 9 de enero, que determina que para 2020, el Fondo de Garantía para los Créditos Productivos (Fogacp) se fortalecerá con el aporte del 2% de las utilidades de 2019 de los bancos múltiples y el 4% de los bancos Pyme, equivalente a $us 6,3 millones.
Por su parte, el Fondo de Garantía para créditos de vivienda de interés social (Fogavisp) recibirá un aporte del 2% de las utilidades de 2019 de los bancos múltiples, que equivale a $us 6 millones.
“Con la inyección de estos recursos, el sistema financiero tendrá la posibilidad de generar nuevos préstamos para el sector productivo por un monto cercano a los $us 125 millones y $us 302 millones para vivienda de interés social”, destacó la Autoridad de Fiscalización del Sistema Financiero (ASFI).
Por otra parte, para “velar por la continuidad y sostenibilidad de los créditos” otorgados con el aval del Fogacp y Fogavisp, la disposición legal, incluye la previsión de que las entidades financieras destinen el 2% de sus utilidades de 2019 “para constituir una reserva no distribuible que podrá ser utilizada para absorber posibles pérdidas futuras”.
Según el viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Oswaldo Jáuregui, esta variación incorporada, tiene el objeto de “regular a la asignación más eficiente en el manejo de los recursos destinados a estos fondos y al manejo de las pérdidas que pudieran provocar los créditos de vivienda de interés social o créditos al sector productivo”.
El secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Nelson Villalobos, manifestó que el aporte a los Fondos de Garantía muestra el importante aporte del sistema bancario a la función social.
“El rol de los fondos es garantizar una porción del crédito equivalente al aporte propio del prestatario, realizándose los análisis de riesgos y capacidad de pago de manera estándar. Por tanto, los fondos se constituyen en una alternativa de acceso a crédito adicional, basada en los mismos criterios de otorgación de préstamos que para otras personas y/o empresas que no optan por acceder a los fondos”, manifestó.
Entre tanto, el presidente de la Asociación de Entidades Especializadas en Microfinanzas (Asofin), Gustavo García, expresó que con la nueva disposición, se mejora la distribución del porcentaje a los Fondos de Garantía.
“Al crear una reserva con una cuota aparte del 2%, se están respaldando potenciales pérdidas y mejorando el apalancamiento financiero para lograr captar mayores recursos”, señaló.
El analista económico, Armando Álvarez, expresó que la medida aplicada, tiene un propósito prudencial de que los bancos tengan una reserva adicional para hacer frente a posibles pérdidas.
“Esa reserva no beneficia a los accionistas porque no es distribuible, únicamente puede ser utilizada para absorber pérdidas”, indicó.
El analista Alberto Bonadona, opinó que el cambio importante que veía, era la generación de una nueva cuenta para prevenir algún impago. “Esta reserva que no es para respaldar el crédito. Es un cambio en la cuenta aunque en el fondo, no llega a afectar al usuario y solo es una previsión del banco”, puntualizó.