El Gobierno definirá en las próximas horas las estrategias de apoyo a los productores agropecuarios bolivianos que lanzaron el grito al cielo debido a la caída de los precios de la cosecha de cultivos como el trigo y el maíz, y el ingreso masivo de estos granos por la vía del contrabando como consecuencia de la brecha cambiaria que se abrió en Argentina y Brasil.
En el marco de la celebración del Día Nacional del Trigo realizado en Okinawa, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Gobernación, coincidieron en señalar que se vienen días muy difíciles para los agricultores. Se particularizó a los trigueros, al señalar que encontrarán dificultades para colocar la cosecha de la presente campaña de invierno.
Es preciso sentarse a dialogar productores y autoridades del Gobierno y asumir las medidas de protección que se necesitan. Y si es necesario, ¿por qué no devaluar nuestra moneda?”, expresó el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Luis Alberto Alpire.
El presidente de Anapo, Reinaldo Díaz, le dijo a la ministra de Desarrollo Rural y Tierra, Nemesia Achacollo, presente en el acto, que vea la forma de que el Gobierno adquiera el excedente de la producción de trigo que no encuentre mercado. Similar planteamiento lo formuló el presidente en ejercicio de la CAO, Freddy Suárez.
La ministra Achacollo informó en su discurso de que el gabinete económico gubernamental recibió el planteamiento de apoyo que formularon por escrito los agropecuarios cruceños, “un tema que se lo está debatiendo en mesa abierta”.
Dijo que el propio Evo Morales encomendó que se le dé prioritaria atención a los productores bolivianos, coordinando con la Aduana y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), para el control del ingreso en las fronteras de los alimentos que produce el país.
Respecto a la solicitud de que la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) adquiera el trigo que no se pueda vender, señaló a EL DEBER: “Este lunes vamos a analizar este tema en La Paz. No hay pena. Vamos a socializar. Se va a cumplir. Esperemos un poco”.
El país precisa cada año 750.000 t de trigo. Se estima que en esta cosecha se llegue a 300.000 t, pero el problema es la baja de precio por el contrabando. Por eso el pedido de ayuda.
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