En los últimos 14 años, El Alto vio edificarse y nacer a cinco hoteles, cuya jerarquía va desde una a tres estrellas. Estos emprendimientos bolivianos surgieron a partir de inversiones familiares, cuyo objetivo es posicionar a esta urbe como un municipio capaz de ofrecer servicios de hospedaje de alto nivel.
En plena Ceja y a una distancia de tan sólo unas cuadras entre uno y otro están tres de estos centros de reposo. El Alexander, el Orquídea y el Ensueños se erigen en medio de los comercios circundantes. Sobre la avenida Juan Pablo II, a una cuadra del complejo de la universidad pública, está el hotel Mirador de los Andes y en Ciudad Satélite el Orquídea (sucursal), cuyos dueños también gerentan el de la Ceja con el mismo nombre.
En la calle 5 de Villa Dolores está el hotel Espectacular.
Este hotel es más que todo para ejecutivos, trabajamos con ingenieros, doctores, personas que vienen más a hacer negocios”, explica la administradora del Orquídea de Satélite, Leticia Quisbert. De todos los hoteles visitados, este último -por sus detalles minimalistas- es el que da esa impresión de estar dirigido más a empresarios.
Cuenta Quisbert que sus padres emprendieron en un principio con una residencial en Villa Dolores, donde aún vive su familia. «El sueño de mi papá siempre fue tener un hotel”, relata sentada sobre un sillón de cuero. De esa manera nació el Orquídea de la Ceja en 2002 y de manera posterior el de Ciudad Satélite -considerada como la «zona sur” de El Alto- en diciembre del año pasado.
Tras superar los «difíciles” dos primeros meses el balance actual es positivo. «Este hotel hace ver que El Alto cada día está creciendo turística y económicamente, con la apertura del teleférico más aún”, reflexiona.
Juan Carlos Gonzales Ríos es uno de los tres hermanos que hace 14 años inauguraron el Alexander Palace, en la zona 12 de Octubre. Según cuenta, el proyecto nació como una iniciativa familiar con una visión futurista, que fue el «puntal de lanza” para que la ciudad de El Alto cambie la estructura arquitectónica.
«Somos un hotel de tres estrellas, con servicios de cinco”, dice Gonzales con expresión de orgullo. Recuerda que el terreno fue legado a los hijos por su madre y que la piedra fundamental se colocó el año 1993.
El empresario boliviano explica que en la actualidad es uno de los centros de hospedaje de tres estrellas más completos de esa urbe, ya que cuenta con 50 habitaciones, discoteca-karaoke, salón de eventos, patio de comidas con más de 10 restaurantes, lavandería, room service, parqueo, etc.
A la vuelta de este hotel, sobre la avenida 6 de Marzo, entre las calles 4 y 5, está otro de los «tres estrellas” de El Alto, el Ensueños. Este hotel comparte espacio con un centro comercial. El dueño de ambos emprendimientos es Róger Ramos Zapata.
Este terreno era de mi papá, Rogelio Ramos Valladares. Es un emprendimiento familiar (que) con (su) apoyo hemos logrado hacer la construcción; empieza con el terreno y con la idea de ser un centro comercial y posteriormente la idea de hacer el hotel y la Torre León”, explica.
Recuerda que su familia vive en el lugar hace más de 30 años, desde cuando era terreno, ya que albergaba una pequeña casa. Considera que por el lugar -cercano al aeropuerto y en plena avenida- fue una «buena inversión”, pese a los obstáculos procedimentales. Entre los grupos que llegaron a su hotel recuerda a La Noche y al elenco de Tralalá.