Con una sonrisa, Hugo Montoya recibe a los visitantes al hotel Julia en Uyuni. Detrás de la recepción de este lugar, un retrato pintado y enmarcado muestra a una mujer mayor y simpática; debajo se lee «Julia Nina Siles”. Este emprendimiento boliviano, que nació hace 11 años como idea de esta mujer, madre de Hugo, fue parte de un proceso de mejora de servicios para «dar lo mejor” a los turistas.
Con la meta de consolidar a Uyuni como destino turístico nacional y regional, 11 centros hoteleros -a través del proyecto Sistema de Gestión para el Mejoramiento de la Competitividad (SGMC) financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)- en alianza con el Viceministerio de Turismo y el Gobierno Autónomo Municipal de Uyuni implementaron un plan para aumentaron su productividad, su volumen de operaciones, su flujo de caja y utilidades, mejorar la atención al cliente y la gestión gastronómica.
Entre los principales resultados presentados la pasada semana por la CAF, en instalaciones del gobierno municipal de Uyuni, se puede destacar -a juicio de Viera- el mejoramiento en los niveles de competitividad entre los centros de hospedaje.
Así las empresas que fueron parte de la iniciativa recibieron en promedio 51% más huéspedes y aumentaron sus ingresos en 20%, cifra destacable considerando que en los negocios de La Paz y Santa Cruz este porcentaje llega a la mitad, explicó el 9 de octubre el coordinador del SGMC, Germán Viera, durante el acto de clausura de la primera fase del proyecto.
El emprendimiento brindó a los negocios de hospedaje de Uyuni la posibilidad real de acceder a nuevos segmentos de clientes y usuarios, y aumentó los niveles de satisfacción y confianza de los visitantes, destacó el representante de CAF en Bolivia, Emilio Uquillas. Por ejemplo, “se modificaron las habitaciones en mal estado o la mala calidad de recepción”.
Los resultados del emprendimiento boliviano -en el que se trabajó principalmente en la capacitación al personal, en la modificación de estructuras administrativas y en el asesoramiento para remodelar los hoteles— reflejan también que el número de reclamos y quejas disminuyó entre 40 y 90%.
Todos los trabajadores de los establecimientos, desde el último obrero hasta el principal ejecutivo, aportaron al éxito del proyecto, identificando las falencias de los negocios e ideando posibles soluciones.
CAF destinó a la primera fase del SGMC $us 50.000 no reembolsables para incrementar la eficiencia de las empresas en Bolivia, mejorar su oferta y diversificar las actividades que ofrecen al turista para alargar su estadía en Uyuni, dinamizando así la economía de la región y de Bolivia. “Si la gente lo pide” el financiamiento del banco para la segunda fase del proyecto puede ser gestionado, afirmó Uquillas.
Germán Gutiérrez, presidente de la Cámara Hotelera de Uyuni y propietario del Samay Wasi, pidió a la entidad multilateral dar continuidad a la iniciativa para que siga “el progreso del turismo” en Uyuni, importante destino turístico que en 2013 recibió al menos 10.000 visitantes.
La aplicación de una nueva fase no solo depende de CAF, sino también de la voluntad de los propietarios de los hoteles y de sus trabajadores, porque es una tarea enorme”, sostuvo Uquillas y agregó que el banco hará los análisis necesarios para continuar con la segunda etapa del proyecto, la cual “es un poco más costosa y concluye en una certificación ISO (de calidad internacional)”.
En este caso también el hotel tiene que invertir un poco más”. “No podemos imponer (el SGMC). Para que sea parte (del proyecto), la gente se debe enamorar de él, de sus actividades”, afirmó Uquillas, quien contó que la iniciativa empezó con 14 hoteles, de los que se retiraron tres porque sus propietarios no estaban dispuestos a seguir con los lineamientos que les permitirán mejorar su competitividad y alcanzar estándares internacionales de calidad.
El SGMC es un proyecto que se anticipa a la inversión de $us 24 millones que entre 2016 y 2018 tienen previsto ejecutar CAF (crédito de $us 17 millones) y el Gobierno ($us 7 millones) para convertir a Uyuni en un “destino de calidad mundial”.
El hotel Julia fue uno de ellos. Según el presidente de la Cámara Hotelera de Uyuni, Germán Gutiérrez, esto contribuirá a mejorar la imagen del sector.
Este programa nos está dejando grandes beneficios a los 11 hoteles que hemos participado y estoy seguro que ayudará a mejorar la competitividad del destino turístico Salar de Uyuni. Todas las empresas bolivianas han constatado que han logrado acercarse al objetivo de brindar un servicio de excelencia”, expresa.
A 10 años de iniciar operaciones, el gerente del hotel Desierto – ojito de perdiz, Mario Muraña, confiesa que la capacitación del personal en tema gastronómico fue «altamente beneficiosa” para los trabajadores de este centro de hospedaje y para los clientes. En la actualidad, la red Tayka de hoteles ecológicos comunitarios, de la cual es parte este establecimiento, trabaja con más de 130 operadoras de turismo en el mundo.
El hotel Desierto es la imagen del país. La meta que tenemos es un cliente satisfecho”, comenta Muraña con expresión de orgullo.
Al caminar por las calles de este municipio turístico, se puede observar una variedad de centros hoteleros que van desde los hoteles sencillos y de apariencia modesta hasta los de tres estrellas. La casa de huéspedes Le Ciel se encuentra justo al frente de la estación ferroviaria y, a simple vista, observándola desde afuera, no parece una infraestructura hotelera.
La administradora de este centro, Noelia Laura, invita a pasar a su interior. Se trata de dos pisos, que tienen 19 habitaciones para 38 personas. El diseño de los interiores, según explica, tiene un «estilo minimalista elegante”.
Comenta que a este sitio, que participó en el plan de mejora de atención al cliente de la CAF, llegan más turistas de Asia; y que por su nivel internacional les ofrecen todas las comodidades posibles, desde wifi hasta desayuno bufet.
Una de las principales quejas de los clientes que llegaban del exterior a la ciudad de Uyuni era que no existía aire acondicionado en el interior de sus centros de hospedaje.
Por ello, en los últimos años varios establecimientos optaron por implementar sistemas de calefacción por medio de paneles solares; el hotel Samay Wasi es uno de ellos.
Son paredes falsas con fibra y plastoformo de alta densidad. Aparte de eso hay unas placas de yeso que (permiten) un aislamiento térmico”, comenta Germán Gutiérrez, gerente propietario del Samay Wasi.
Participaron en el programa de mejora, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina, los hoteles Julia, Samay Wasi, Desierto – ojito de perdiz, hotel de Sal, hotel de Piedra de San Pedro de Quemes, Maná, el hostal Kory Wasi 1 y 2, los hostales Le Ciel y Marith además de la residencia La Cabaña.