Las exportaciones de aceites de soya y girasol alcanzaron las 25.000 toneladas en enero, cifra superior en 19% a similar periodo en 2015. Sin embargo, el valor de las mismas tuvo un incremento casi nulo, de acuerdo con datos del IBCE.
El informe, que muestra la evolución histórica de las ventas desde 2006, destaca que el principal destino de estos productos fueron los países de la comunidad andina, que representaron el 98% del total de las exportaciones en 2015.
Colombia fue el principal importador de aceite boliviano el año pasado con 329.000 toneladas, por un valor de 218 millones de dólares.
Otros destinos importantes fueron Ecuador y Perú.
En la gestión pasada, las ventas externas de aceite crudo de soya y girasol alcanzaron los 274 millones de dólares (93%), mientras que las de aceite refinado llegaron a los 22 millones (7%).
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Reinaldo Díaz, pidió ayer al Gobierno liberar plenamente la exportación de soya, como una medida «urgente” para garantizar su producción en el país.
En una conferencia de prensa, Díaz explicó que desde 2014 ese sector atraviesa dificultades para producir soya, como el clima y la caída en la cotización de los precios, pero abasteció el mercado interno, que demanda sólo un tercio de la producción.
«Hemos abastecido al país con superabundancia de grano porque solamente se demanda un tercio de la producción total en el mercado interno”, remarcó, citado en un boletín institucional.
Dijo que en la actualidad ese sector afronta una difícil situación por la caída de precios en el mercado internacional.