Maderas Chiquitana de Oriente Boliviano (Machobol) es una empresa que hasta hace cuatro años se dedicaba a la elaboración de portones y parquets, pero la irrupción de pisos chinos hizo que el taller prácticamente abandonara su segundo producto y buscara una alternativa.
Fue así como al propietario René Antezana se le ocurrió destinar la madera chiquitana (la misma empleada hace cuatro siglos en la construcción de las misiones jesuíticas) en la construcción de parques infantiles, tan resistentes que “los niños de ahora podrán dejarlos de herencia a sus nietos”, según garantiza el propietario.
La principal madera es el cuchi, utilizada para las postes estructurales de los juegos. En tanto, para los complementos y rellenos se utilizan tajibos, paquió, curupau, tarara, mora, morado cirari y otras. Los cortes y tallado se realizan en un taller de propiedad de la familia en Concepción (Santa Cruz), y llegan en partes a Cochabamba y a Oruro, donde se ensamblan para su venta en tiendas o en ferias.
De hecho, ya fueron exhibidas en eventos comerciales, como la Feicobol o la ExpoMujer en Cochabamba llamando la atención de los más pequeños, no sólo por los típicos resbalines y columpios, sino también por los trepadores y módulos, que asemejan casitas pequeñas, y por un pequeño «comedor» de madera en la parte inferior.
Además, el fino acabado, la resistencia («a prueba de niños traviesos») y el colorido de estos parques, que se ofrecen con la marca de San Miguel, ha causado tal admiración y demanda de empresas e instituciones, que ya no es novedad encontrarlos en restaurantes (que ganan familias clientes atrayendo a los niños), colegios, parroquias, ferias y hasta en los jardines de casas privadas.
René Antezana cuenta que incluso en la última versión de FexpoCruz, mediante un acuerdo con los organizadores, se habilitaron espacios para que los niños se quedaran jugando, ante la vigilancia de personal de seguridad, mientras los padres hacían alguna compra. Por eso, son los mismos niños que llevan a sus padres a las ferias o restaurantes que adquieren estos juegos. «El único problema ahora es que los niños ya no quieren irse del lugar», cuenta el propietario entre sonrisas.
La empresa ofrece sus productos en tres tamaños:
Los precios incluyen el armado de las piezas, la instalación en los ambientes del cliente, barnizado y la nota fiscal. También se hacen ofertas en las ferias y planes de pago a plazos para restaurantes o instituciones.
Maderas Chiquitana de Oriente Boliviano (Machobol) es una empresa que surge como corporación a partir de la carpintería San Miguel, propiedad de los padres del propietario y que funcionaba desde hace 35 años en la elaboración de muebles de madera tradicional (roble, mara, cedro y otro).
La segunda generación extiende la empresa a Machobol y se especializa en portones y parquets con maderas duras de oriente con un taller en Concepción.
Desde hace cuatro años, incursiona en los juegos infantiles para los que conserva el nombre de San Miguel.
Para consultas y contactos, están los teléfonos 76438638 y 4403724