El 13 de febrero pasado la presidente Jeanine Áñez posesionó al neurocientífico cruceño Mohammed Mostajo como Representante Extraordinario en Misión Especial para la Ciencia, Tecnología e Innovación ante Organizaciones y Entidades Internacionales con el fin de promover el desarrollo científico del país. Mostajo, “el embajador más joven” del mundo, es considerado también uno de los 12 científicos más influyentes de la prestigiosa Universidad de Harvard.
Las funciones de un embajador y un ministro son muy distintas. Un ministro se enfoca principalmente en políticas internas del país, mientras que un embajador se enfoca en la creación de relaciones con la comunidad internacional. No es secreto que yo fui quien en 2015 propuso la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación durante el congreso de científicos con el expresidente (Evo) Morales y que lideré varias de esas conversaciones. Pero creo que con la visión de país que tiene la presidente Áñez es prematuro hablar de un ministerio, ya que primero tenemos que hacer que los otros países entiendan nuestra nueva política de puertas abiertas a la colaboración. Bolivia ha pasado de ser un país cerrado y con una visión netamente nacionalista a ser un país con apertura mundial. Entonces, creo que donde puedo apoyar a mi país en estos momentos es proyectando esa nueva imagen. El I Congreso Científico se efectuó el 7 y 8 de enero de 2016 en Cochabamba, con la participación de 54 científicos bolivianos que trabajan en el exterior.
Las políticas de Estado que hemos heredado ahogan al emprendedor y al investigador: inseguridad, baja paga y aislamiento del resto del mundo. Hay que hacer mucho en temas gubernamentales para poder promover la investigación, la ciencia y la educación. El ex ministro (de Educación, Roberto) Aguilar, por ejemplo, mencionó que Bolivia es el país sudamericano que mas invierte en educación, pero no mencionó que somos el último país en Latinoamérica en el ranking Mundial de Innovación, o que nunca quisimos someter a nuestro sistema educativo a evaluaciones como la prueba PISA. De manera independiente, y junto a 23 universidades nacionales y extranjeras, el año pasado publicamos el estudio de educación científica más completo de Bolivia (…). En el estudio, vimos por ejemplo, que hay muy poca diferencia en conocimiento entre estudiantes que están terminando la carrera universitaria y estudiantes de colegio, lo cual te dice que las universidades no están cumpliendo su misión. El PISA es un estudio mundial realizado que mide el rendimiento académico de los estudiantes en matemáticas, ciencia y lectura.
Mi principal trabajo es el de decir: “Aquí estamos como Bolivia y queremos colaborar con ustedes en pro del desarrollo científico y tecnológico”. En una fase inicial será crear alianzas y desarrollar la parte de diplomacia científica. Al mismo tiempo, empezaremos a crear proyectos conjuntos con otros países y entidades internacionales. Queremos envolver más a las universidades en los temas de colaboración e investigación, aunque siendo sincero muy pocas me han contactado (…). Cuando digo diplomacia científica generalmente me refiero a tres áreas: ciencia y tecnología en diplomacia, para informar y aconsejar a las distintas entidades gubernamentales en temas relacionados a la ciencia; diplomacia para la ciencia y tecnología, en crear colaboraciones que promuevan la propiedad intelectual en nuestro país; y ciencia y tecnología para la diplomacia, en ayudar a promover las relaciones diplomáticas de Bolivia a través de la ciencia.
Hay mucho por hacer, desde la Aduana Nacional hasta el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual. Tenemos que crear una mentalidad de ser aliados y no enemigos del emprendedor y el investigador. Junto a distintos ministerios y emprendedores jóvenes creamos una propuesta de ley de emprendimiento que creemos es bastante incluyente y que se enfocará tanto en políticas internas como externas del país.
Quiero aclarar que mi trabajo principal es en relaciones exteriores. Mi puesto no reemplaza al Viceministerio de Ciencia y Tecnología o a la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación, sino las complementa dándoles un enfoque internacional. Voy a trabajar con ellos con una relación muy abierta, apoyando las políticas que ellos tengan. Además de esto, trabajaré a través de Cancillería en crear programas de intercambio de emprendedores. El 16 de abril, por ejemplo, tendremos un evento nacional por el Día Mundial del Emprendedor, en el que tendremos visitantes de Silicon Valley que compartirán experiencias con más de 1.000 emprendedores de todo el país.
A pedido de la Presidente, evaluaremos la factibilidad del proyecto. He pedido a las distintas agencias gubernamentales un informe detallado de los avances que se han hecho así como del estado actual del edificio de Unasur, el cual sería una sede ideal para este lugar. Al mismo tiempo, he recibido propuestas de otros distritos de innovación en Santa Cruz y La Paz que como país debemos tomar en serio. Cochabamba tiene varias ventajas, como ser la proximidad a la producción de software, pero también tiene desventajas grandes, como la falta de conectividad con vuelos internacionales, lo cual considero un factor fundamental para una ciudadela científica con visión de apertura internacional. Como país debemos tomarnos todas estas opciones de manera muy seria y decidir juntos un proyecto sólido.
Nombre: Mohammed Andrés Mostajo Radji
Profesión: Neurocientífico
Cargo: Embajador
Obtuvo su maestría en Biología y su doctorado en Biología Molecular y Celular en la Universidad de Harvard (Estados Unidos). A sus 31 años, el cruceño Mostajo Radji, de padre boliviano y madre iraní, es experto en la reprogramación de circuitos cerebrales, investigador y escritor de artículos de ciencia, diplomacia y educación.