La dirigencia de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Fedemype) dio a conocer que este sector reunido a nivel nacional recientemente, propondrá esta jornada que el reglamento de la Ley de Servicios Financieros acepte garantías físicas, de materia prima o mercadería y no necesariamente avales personales o de bienes inmuebles para aprobar financiamiento productivo.
Germán Tarqui, secretario de conflictos de la Fedemype, propuso en realidad el denominado sistema warrant vigente en el país en las últimas décadas. En el mercado muchas empresas bolivianas medianas y grandes (Pymes de Bolivia) se han favorecido con esta modalidad, aunque no se tiene antecedentes sobre su aplicabilidad en la micro y pequeña empresa por el volumen de sus operaciones. La evaluación de las garantías es un aspecto clave de la nueva normativa en vigencia en el marco de la Ley de Servicios Financieros y advierte el “riesgo moral” si un prestatario incurre cuando proporciona información falsa a los oficiales de crédito o en el caso de que rehuya el cumplimiento de sus obligaciones bancarias.
El dirigente explicó que en la propuesta analizada en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz para beneficiar a unas 25.000 micro y pequeñas unidades productivas se determinó formalizar hoy el planteamiento. Este sector busca un tratamiento diferenciado para acceder al crédito productivo y de fomento. El presidente de Conamype, Víctor Ramírez, mencionó una tasa del 5.5% a diferencia del actual crédito del 6% que es aplicada por el Banco de Desarrollo Productivo (BDP). En la banca privada, según Tarqui, los montos de crédito productivo tienen tasas en una franja de 6.5% a 9% a diferencia de hace una década donde los intereses estaban por encima del 30 por ciento.
Otro planteamiento se enmarca en anular en la reglamentación de la Ley Financial el endeudamiento previo de los prestatarios. Esta iniciativa estaría sustentada en el cumplimiento de las Mypes en cuanto a sus obligaciones crediticias. En varias oportunidades las autoridades del sector destacaron que la microempresa en Bolivia registra una mora de alrededor de 1%. Tarqui admitió que un 80 por ciento de las microempresas tiene deuda con entidades financieras, lo que las impediría negociar nuevos recursos.
El 80% de las Mypes de Bolivia tiene deudas en otros bancos, mientras que solo el 10% no y el restante 10% no está en condiciones de acceder al financiamiento por las condiciones del mercado interno que no registra regularidad en la demanda de productos nacionales”, explicó.
Según dijo, los productores para tomar un crédito -por ejemplo de $us 10 mil- deben presentar dos garantes, cuando muy pocos quieren avalar una operación de esa magnitud, aspecto que impide concretar la inyección económica que las unidades productivas requieren y asegurar la rentabilidad de la inversión.
El warrant es un contrato o instrumento financiero derivado que da al comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar/vender un activo subyacente (acción, futuro, etc.) a un precio determinado en una fecha futura también determinada. En términos de funcionamiento, los warrant se incluyen dentro de la categoría de las opciones.
Si un warrant es de compra recibe el nombre de call warrant, y si es de venta será un put warrant. El warrant, al igual que las opciones, dan al poseedor la posibilidad de efectuar o no la transacción asociada (compra o venta, según corresponda) y a la otra parte la obligación de efectuarla. El hecho de efectuar la transacción recibe el nombre de «ejercer» el warrant.