Con una nueva visión y con la idea de posicionarse como un producto con identidad local, los paceños ya pueden disfrutar de Juliana, la nueva cerveza lanzada al mercado este 22 de mayo por Industrias de Bebidas SA (Ibisa).
Se trata de una bebida artesanal impulsada por el emprendedor boliviano Hernán Paredes, reconocido campeón nacional de automovilismo y dueño de los locales Doña Chela.
Juliana se fabrica en pleno centro paceño, en la calle Indaburo, entre Bolívar y Junín, donde Ibisa instaló la planta que tiene todas las autorizaciones ambientales y de pago de impuestos.
La idea es distribuir el producto sólo en el centro de la ciudad, no llegará a la zona Sur, las laderas o las provincias.
Según Paredes, el nuevo producto busca tener una identidad paceña, tradicional y que rescate la cultura de La Paz. De hecho, en la promoción y publicidad de la bebida se rescatará la imagen de la ciudad.
Se comercializará en ocho puntos, como restaurantes, bares, micro y supermercados.
La presentación de Juliana viene en dos variedades:
Paredes sostuvo que los dos principales factores que hacen exitoso un producto de esta naturaleza son el precio y el sabor. «El precio que ofrecemos es económico y en cuanto al sabor, invitamos a la población a degustar nuestro producto y probar la calidad”, apuntó.
Además recordó que la cerveza en el mundo esencialmente es regional, es el caso de Quilmes en Argentina, Brahma en Brasil o las que fabrica en el país la empresa líder de Bolivia.
Sin embargo, con Juliana se apuesta a un nicho de mercado particular como es La Paz.
Paredes informó que la inversión realizada en el emprendimiento boliviano asciende a 280 mil dólares, por tratarse de una fabricación artesanal.
La planta producirá entre 4.000 y 12.000 litros mensuales, y en la elaboración se utilizarán ingredientes naturales, nada de aditivos ni químicos.
El manejo de la maquinaria es manual, sin automatización.
Estos elementos hacen que la cerveza Juliana tenga una producción ecológica.
Hernán Paredes es propietario de los locales Doña Chela y recuerda que desde que emprendió este negocio en Bolivia su idea siempre fue la de fabricar una cerveza propia de La Paz.
El primer bar se abrió hace 10 años y en 2010 comenzó a importar algunas cervezas europeas y de Estados Unidos para ofertarlas a los clientes.
La idea de comenzar a fabricar un producto propio se consolidó hace dos años, añade Paredes.
Asegura que montar una planta de cerveza, por más artesanal que sea, no es sencillo. De hecho, él y sus socios trabajan de sol a sol para vigilar todo el proceso.
Según Paredes, este emprendimiento boliviano -al que ha apostado todo- le hizo desistir de abrir dos locales más de Doña Chela.
Además de dejar de participar en algunas competencias de automovilismo, su otra pasión.