El satélite Túpac Katari (TK-1), que demandó una inversión de $us 302 millones por parte del Estado boliviano, prevé tener ingresos brutos por $us 10 millones durante su primer año, de los cuales al menos el 66% se gastarán en costos operativos y el pago de dos impuestos.
El director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana, expresó que están confiados en que en el primer año de vida del satélite facturarán $us 10 millones.
Pero si nos referimos a los egresos ¿cuánto costará su mantenimiento?
Zambrana reveló que los primeros años van a gastar alrededor de $us 5 millones en costos operativos.
En los primeros años estos gastos son más caros y el costo más alto es por el seguro del satélite”, indicó.
Así como sucede con un vehículo, el seguro es más caro si se trata de un modelo más nuevo y como el satélite recién fue lanzado los primeros tres años se pagará un seguro de $us 3 millones que irá disminuyendo a medida que pase el tiempo.
A esta entrada de dinero por la venta de los servicios del satélite, hay que restarle los tributos que deberá pagar, del 13% mensual por impuestos al valor agregado (IVA) y 3% por impuesto a las transacciones (IT).
Si se logra utilidades deberá pagar, además, un tributo anual del 25% por el impuesto sobre las utilidades de las empresas (IUE).
Vamos a pagar todos los impuestos como cualquier empresa de Bolivia lo hace”, aseguró Zambrana.
Entonces, sumando los gastos por mantenimiento del satélite, además de los dos impuestos, los egresos serán un 66% del total.
A ello, falta aumentar el porcentaje (no se sabe de cuánto) por la amortización al crédito de $us 295,4 millones que otorgó por el Banco de Desarrollo de China en un plazo de 15 años.
Sería bueno que aclararan cuánto va a ser la amortización anual que se hará al banco financiador y la tasa de interés anual para que se vea hasta qué punto se puede valorar la rentabilidad”, expresó el economista Teófilo Caballero.
Por su parte, el analista económico Alberto Bonadona manifestó que en un comienzo todo proyecto arroja pérdidas. “Se podría esperar que el flujo se vuelva positivo al cabo del tercer año con la perspectiva de que así se pueda recuperar la inversión”, agregó.
El máximo ejecutivo de la ABE prevé que a partir del tercer año, cuando se tenga el satélite totalmente ocupado, proyecta ingresos de $us 40 millones al año.
Para el analista Francesco Zaratti, para recuperar el costo total, que estima en más de $us 450 millones, se requiere facturar más de $us 30 millones al año durante 15 años, “un monto muy superior al tamaño del mercado boliviano de las telecomunicaciones”.
Estoy convencido de que el principal objetivo del satélite no es comercial sino político, o sea propagandístico. Por tanto su justificación no debe buscarse en costo-beneficio económico sino en efecto político y social en un año electoral”, expresó.
Emilio Evia, gerente de servicio al cliente de Entel, confirmó que la empresa boliviana estatal ya aseguró la compra del 50% de la capacidad del satélite, pero que la inversión que demandará estos servicios “es un tema que sigue en negociación”.
Entel ya compra servicios a otros satélites para varios de sus servicios, sin embargo es bueno que esa inversión se quede en Bolivia y con un satélite que da mejores características técnicas”, sostuvo Evia.
Las telefónicas Tigo y Viva también confirmaron que utilizarán los servicios del TK-1.
“Por ahora tenemos contratos satelitales por varios años con otros proveedores, sin embargo iremos migrando progresivamente a las características del nuevo satélite”, indicó Nadia Eid, gerenta de comunicación y responsabilidad corporativa de Tigo.
Juan Pablo Calvo, vicepresidente ejecutivo de Viva, indicó que las tarifas del TK son menores a los satélites externos con la ventaja adicional del ahorro en el pago de impuestos por transferencias al exterior.
El costo será menor que el actual que nos da Entel”, indicó Juan Alberto Rojas, gerente de la red PAT y explicó que actualmente gastan por estos servicios más de Bs. 150.000 cada mes
De acuerdo al especialista en Redes, Helmuth Salazar que el satélite Túpac Katari entre en acción para apuntalar los servicios de telecomunicaciones definitivamente es un gran paso, no solo desde el punto de vista tecnológico sino también desde la parte social, porque la población tendrá mayor acceso y mejores costos como usuarios de los servicios de internet, telefonía móvil y televisión satelital.
Lo que se sabe es que ya existe entre 65 y 70% de la capacidad del satélite demandada por los operadores. Esto es una buena oportunidad técnica y a largo plazo también oportunidad para el desarrollo de la economía de Bolivia.