Si hubiera un manual del freaky (también se puede escribir friqui), Miguel Salek los cumpliría todos. Ropa negra: sí. Cabello largo: sí. En las fotos actuales no se ve, pero su pelo pasaba de su cintura. (Un día antes de conocer a la que sería su esposa y ocasional jefa en el trabajo, se lo cortó y guardó la simba para donarla).
Interés excluyente en algo que no sean superhéroes: sí. Durante su niñez no se usaba mucho la palabra freaky, pero sí era frecuente que le digan loco cuando mencionaba que iba a trabajar en efectos para las películas.
Sus amigos sabían, al verlo en el café internet donde iba siempre, que no iba a jugar. Investigaba sobre héroes, animación, historias, efectos especiales. Por eso pidió como regalo una computadora poderosa.
Cuando vio la película El día después de mañana, quedó decidido. Se dedicaría a crear efectos y trabajaría para Hollywood.
Después de la visita a una tía en Nueva York, volvió para estudiar. Su mamá cuenta que no quiso que le paguen los cursos para aprender animación 3D, así que trabajó en restaurantes y limpiando diversos lugares, hasta que pudo comprarse una computadora y empezar a formarse. “Ahora limpio yo, pero luego limpiarán para mí”, le dijo a su madre.
Pero antes de llegar a trabajar con George Lucas, tuvo que hacer pequeños trabajos. Pictures Imageworks, una división de Sony, lo convocó para trabajar en uno de los grupos de efectos especiales de Spider Man III. Trabajó en la secuencia de la pelea del Hombre Araña contra el Hombre de Arena.
El encargado de un grupo tuvo que dejar el trabajo por motivos personales y le preguntaron a Miguel si podía hacerse cargo: sí. Así empezó a ascender.
Estaba trabajando en los efectos visuales de la introducción o presentación de Star Wars: The Old Republic cuando en la oficina se enteraron de que el trabajo fue nominado a los premios Emmy. Todos lo miraban cuando ese día de 2011 llegó a trabajar. Cuando ganó la estatuilla, la celebración no se hizo esperar.
Carol Salek, su esposa, también fue galardonada. Los trabajos de ambos incluyen Netflix Daredevil, Batman, el Caballero de la Noche, Iron Man y Avengers.
En 2015, junto a otros tres colegas, Miguel fue nominado al premio Emmy por ‘El mejor diseño del título principal’ por su trabajo en la serie Daredevil. Fue un trabajo de Marvel Televisión en asociación con ABC Studios para Netflix. El segundo Emmy llegó el 2016 por los efectos visuales de Juego de Tronos. Las escenas de la Batalla de los Bastardos llevan su sello. Trabajaron en 160 escenas: añadieron extras, los dragones y solo un 20% de fuego, porque el 80% de las llamas son reales.
Su sueño -mejor dicho, meta- es elaborar un curso en línea. El lunes llegó de Buenos Aires, donde se reunió con los expertos en animación y dirección Martín Alonso y Fernando Sarmiento para dar forma a su escuela virtual. La presentación de la página web se hará dentro de diez días. Llevará el nombre de su emprendimiento, Secret Base. Solo podrán inscribirse 80 personas. Los inscritos podrán optar por un curso de ocho semanas, sin importar su edad ni el nivel de conocimientos. Secret Base les dará todos los materiales.
Quienes deseen el curso de 32 semanas aprenderán 3D y efectos especiales. Podrán hacer piezas más extensas. Ambos grupos tendrán acceso, dos veces por semana, a los profesores. Los mejores trabajos serán vistos por cientos de expertos, que podrían interesarse en nuevos talentos.
Miguel no tiene sueños. Tiene metas. Trabaja en ILM, la empresa de George Lucas (el creador de Star Wars). Lo ve todos los días deambulando en la oficina.
En la empresa se trabaja por metas. Cuando empieza un proyecto, todos están relajados. Si lo desean, no van a trabajar media jornada o buscan inspiración de varias formas. Su oficina está llena de los muñecos de los Maestros del Universo y nadie lo critica. Es un ambiente relajado, sin normas rígidas, porque los ejecutivos se dieron cuenta que la gente trabaja mejor sin presión. Solo hay una regla: jamás hablarle a George Lucas.
Los únicos que no se enteran a tiempo de la regla son los nuevos, que a veces se acercan al director, lo saludan y poco después nunca más los ven. Quien le habla es despedido.
Hace poco, Lucas se le acercó para preguntar por un anillo inmenso que le regaló Danny Trejo, el actor que interpreta a Machete. “Qué bonito anillo”, le dijo Lucas. “Gracias”, respondió Miguel, y se abstuvo de más comentarios para no iniciar una charla que podría acabar en su despido. Danny Trejo -dicho sea de paso- es el suegro del hermano de su esposa, así que se ven al menos dos veces por semana. “Es la persona más sencilla que uno pueda imaginar. Tiene la cara de malo, pero es muy bueno”, comenta.
Carol Salek, su esposa, es supervisora. Administra los equipos según los proyectos que llegan a ILM. Ella decide quiénes son los más adecuados para trabajar con directores díscolos. Escucha las ideas de los creadores y cuando considera que está madura, permite el contacto con el director. Antes de que Carol lo autorice, ningún animador conversa con los directores.
En esas ocasiones, ella se convierte en la jefa de Miguel, que se esfuerza por realizar un trabajo perfecto para evitar contratiempos… conyugales. Nunca los hay, porque Carol y él son un equipo muy unido.
Saben que los primeros meses de cualquier proyecto son relajados, pero cuando se acerca el día de entrega, que siempre es un plazo fatal, todos se concentran. Dejan de comer, dejan de dormir y siempre cumplen.
Luego vienen los días buenos: el descanso, los eventos en los que suelen conocer a los actores y directores. Aunque es frecuente verlos en la oficina, también evitan hablarles. Es posible que un actor responda a los saludos y al pedido de selfies, pero luego se queja de que ha sido acosado con los superiores de la empresa.
Miguel ha trabajado en los efectos de Avengers. Endgame. Pero no puede hablar de eso, porque en la industria la noticia de que alguien ha contado algo del guion se haría viral y no recibiría más trabajos. Trece años de esfuerzo se desvanecerían de golpe. Tampoco puede decir nada de Doom Patrol, la serie de héroes conflictivos de DC que se supone fue plagiada por Stan Lee para crear X-Men. Pero puede mostrar su anillo, que muestra el rostro de He-Man, el héroe de sus admirados Maestros del Universo. Fue el regalo de uno de los responsables de esta historia, que continuará de alguna manera. ¿Se viene la película? ¿O quizá una serie? Miguel solo se encoge prudentemente de hombros, dando a entender que puede haber algo de eso.