El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) presentó el estudio: El fenómeno de las Empresas B en América Latina: Redefiniendo el éxito empresarial, en el que se recogen algunos casos de éxito en la región entre los que destacan las empresas chilenas con certificación Triciclos, Cerco y Pegas con Sentido.
En el contexto social de América Latina, una de las regiones más desiguales y violentas del planeta pero con grandes recursos naturales y energéticos, la comunidad empresarial y la ciudadanía en su conjunto van tomando cada vez más conciencia de la necesidad de redefinir el éxito empresarial. Una nueva vanguardia de empresarios apuesta por una economía regenerativa que busca recuperar y valorizar tanto los ecosistemas degradados como el tejido social y urbano. Una economía en la que el éxito se mide por el bienestar de las personas, de las sociedades y de la naturaleza en el presente y en el futuro.
Los sectores privado, público y social están evolucionando para adaptarse a las diversas demandas sociales. El sector privado ha incorporado prácticas operacionales como la responsabilidad social empresarial (RSE) o el valor compartido con el objetivo de mejorar la competitividad y al mismo tiempo generar un impacto positivo en las condiciones sociales y ambientales de la comunidad en la que opera.
El sector social ha introducido prácticas que le permiten participar en los mercados y, por su parte, el sector público ha ido avanzando en transparencia y rendición de cuentas, a la vez que combina mecanismos económicos y administrativos que favorecen su sostenibilidad económica.
Las empresas B o empresas híbridas se encuentran en un escalafón más alto de la cadena de valor social en el que confluyen las mejores prácticas de los sectores público, privado y social. Este nuevo modelo empresarial está propiciando la formación de un sector emergente o cuarto sector que no pretende ser un nicho más dentro del ecosistema, sino transformar la concepción del éxito empresarial.
Las empresas B no quieren ser solo las mejores del mundo, sino también las mejores para el mundo.
El denominado cuarto sector incorpora del sector privado, la participación regular en los mercados; del sector público, la naturaleza asociada a la generación de valor público; y del sector social, la orientación a su misión.
La razón de ser de las empresas B se transforma y tiene como propósito crear un entorno favorable para la solución de problemas sociales y medioambientales.