Finlandia, Suiza, Suecia, Israel, Singapur, Países Bajos y Estados Unidos son los líderes mundiales en lo que respecta a generar impacto económico por inversiones en tecnologías de la información y la comunicación (TIC, Tecnologías de información y Comunicación), según el Informe Global de Tecnología de la Información 2016 del Foro Económico Mundial.
De media, este grupo de economías de alto rendimiento en lo alto del pilar de impacto económico del Índice NRI puntúa un 33% más que otras economías avanzadas y un 100% más que las economías emergentes y en vías de desarrollo.
Los siete son conocidos por adoptar con entusiasmo y antes que nadie las TIC, y su emergencia es significativa, ya que demuestra que la adopción de TIC (junto con un entorno propicio caracterizado por una normativa sólida, infraestructuras de calidad y un suministro constante de conocimientos, entre otros factores) puede allanar el camino hacia unos mayores beneficios.
El distanciamiento de estas siete economías es significativo para otras naciones, dado el papel que la conectividad podría desempeñar en un momento en el que el mundo experimenta una Cuarta Revolución Industrial.
El Informe Global de Tecnología de la Información 2016 detecta altos niveles de confianza por parte de los líderes empresariales en el aumento de la capacidad de innovación, lo que sugiere que otros países podrían empezar a ver un mayor impacto económico y social de las TIC.
Sin embargo, como advertencia, los datos de este índice también sugieren que las personas están impulsando la adopción de TIC con mucho más entusiasmo que los gobiernos o las empresas, entre los que no se aprecia ninguna tendencia en las regiones desde 2012.
La edición 2016 del Índice revela que Singapur es el país mejor situado del mundo en lo que respecta a conectividad. Finlandia, que lideraba esta clasificación en 2014, ocupa el segundo puesto por segundo año consecutivo, seguido de Suecia (3.º), Noruega (4.º) y Estados Unidos (5.º), que sube dos puestos. Completan el «Top 10» Países Bajos, Suiza, Reino Unido, Luxemburgo y Japón.
Pese a que los escalafones más altos del Índice siguen reflejando una fuerte correlación entre conectividad y renta per cápita, aproximadamente un 75% de los países incluidos en el índice de este año muestran una mejora de su puntuación en 2016. Sin embargo, sigue sin existir convergencia a nivel global y regional, y cuatro regiones (Eurasia, la Europa emergente, la región MENAP -formada por Oriente Medio, Norte de África y Pakistán- y el África subsahariana) han ampliado la brecha entre las más y las menos conectadas desde 2012.
En el resto del Índice, entre los grandes mercados emergentes, Rusia se mantiene sin cambios en 41.ª posición. Le sigue China, que avanza tres puestos hasta el 59. Sudáfrica mejora considerablemente, escalando 10 posiciones hasta el puesto 65, mientras que Brasil se recupera este año parcialmente de una tendencia anterior a la baja hasta el puesto 72 e India baja dos puestos, hasta el 91.
Europa se mantiene en la vanguardia tecnológica (siete de los diez primeros países del Índice son europeos). Sin embargo, el rango de rendimiento es amplio, con Grecia cayendo cuatro puestos hasta el 70 y Bosnia-Herzegovina cerrando el grupo en 97.ª posición. Varios países de Europa del Este como la República Eslovaca, Polonia y la República Checa están dando grandes pasos, ocupando puestos entre los 50 primeros. Un mayor acceso
económico y grandes mejoras en el impacto económico y social están realizando importantes aportaciones a este éxito. Italia es otro país a tener en cuenta este año, ya que ha mejorado 10 puestos hasta la 45.ª posición debido al impacto económico y social de las TIC (sube 18 puestos en la clasificación de impacto global).
La región de Eurasia continúa su trayectoria ascendente, con un aumento importante del Índice medio de la región desde 2012. En concreto, cabe destacar que la mejora se observa en los cuatro elementos que componen el índice: entorno, preparación, uso e impacto. Kazajistán, que mantiene su trayectoria ascendente de los últimos años y se hace con el puesto 39, lidera la región.
A la cabeza de las economías emergentes de Asia en 2016 se encuentra Malasia, que sube una posición hasta el puesto 31. Este país sigue mostrando un gran rendimiento, apoyado por un gobierno totalmente comprometido con la agenda digital. Los cinco primeros de la región en términos de preparación para las TIC siguen siendo Malasia, Mongolia, Tailandia, China y Sri Lanka, igual que en 2015. El grupo de países asiáticos emergentes lleva subiendo puestos y convergiendo desde 2012. El uso individual en la región sigue siendo uno de los más bajos del mundo, pero ha crecido mucho en los últimos años.
El rango de rendimiento por países en Latinoamérica y Caribe sigue muy disperso, con casi 100 puestos entre Chile (38.º) y Haití (137.º). No hubo una tendencia clara entre 2015 y 2016 en términos de rendimiento relativo, Chile y Haití se mantuvieron en los mismos puestos y, del grupo restante, la mitad de los países mejoraron su clasificación y la otra mitad bajaron puestos. Teniendo en cuenta la puntuación absoluta del Índice, sin embargo, la región ha subido y convergido desde 2012. Con el fin de fomentar las fuerzas innovadoras clave para prosperar en el mundo digitalizado y la Cuarta Revolución Industrial emergente, muchos gobiernos en la región necesitarán redoblar esfuerzos urgentemente para mejorar sus marcos normativos y de innovación.
Los Emiratos Árabes Unidos (26.º) y Qatar (27.º) siguen a la cabeza del mundo árabe en términos de conectividad. Además, la región MENAP (Oriente Medio, Norte de África, Afganistán y Pakistán) alberga dos de los países mejor situados en la clasificación de este año: Kuwait (puesto 61, sube 11) y Líbano (puesto 88, sube 11). En ambos casos, son las personas las que están provocando el cambio, y el sector empresarial trata de estar a la altura y contribuir al rendimiento. Pese a que los gobiernos se están quedando atrás en lo que respecta a la adopción digital (Kuwait, 81; Líbano, 124), la comunidad empresarial de ambos países está registrando un peso mayor en TIC en visión y esfuerzos gubernamentales para mejorar el marco normativo.
El índice también ha visto subir a varios países del África subsahariana, como Sudáfrica (65.º, sube 10), Etiopía (120.º, sube 10) y Costa de Marfil (106.º, sube 9). El liderazgo en términos de adopción digital procede de distintos grupos de partes interesadas. Pese a que los esfuerzos proceden principalmente del gobierno en Etiopía y Costa de Marfil, el sector empresarial también está dando un fuerte impulso en Sudáfrica. Las mayores barreras a superar serán las infraestructuras y el acceso económico por parte de Costa de Marfil; invertir la tendencia de un entorno empresarial y de innovación en deterioro en Sudáfrica e impulsar el uso y las habilidades individuales en Etiopía.
«La economía digital es una parte esencial de la arquitectura de la Cuarta Revolución Industrial. Para que la tecnología digital siga contribuyendo al impacto económico y social, las sociedades tienen que adelantarse a sus efectos en los mercados y garantizar un trato justo para los trabajadores en entornos de mercados digitalizados.
Los nuevos modelos de gobierno serán clave en todo esto», afirma Richard Samans, director del Centro para la Agenda Global y miembro de la junta directiva del Foro Económico Mundial en Ginebra.
«Los flujos de datos transfronterizos impulsan la innovación y el crecimiento», afirma Pastora Valero, vicepresidenta de Gobierno y Gestión Pública de Cisco. «Los países y empresas que más innovan saben que es el libre flujo de ideas e información lo que conduce a mejoras en los procesos y productos. Las iniciativas para fomentar la libre circulación de datos son cruciales para favorecer la naturaleza global de la economía de datos».
«Medir el impacto económico y social de la economía digital es importante para tomar las decisiones adecuadas en materia de políticas, tanto en economías desarrolladas como en vías de desarrollo. El Índice NRI es una valiosa herramienta para ayudar a los líderes de los sectores público y privado a la hora de aprovechar el potencial de la tecnología», Soumitra Dutta de Cornell University.
«Lo «digital» no solo está relacionado con la tecnología. Es un estado de ánimo, y la fuente de nuevos modelos de negocio, nuevos patrones de consumo, de nuevas formas de organizarse, producir, operar e innovar para empresas y particulares. En el panorama global de la innovación digital, el rendimiento y los avances realizados por economías emergentes como Singapur, Emiratos Árabes Unidos o Sudáfrica son admirables: podrían suponer una promesa de mejoras aún más espectaculares en las formas de aprovechar las tecnologías de cara a aumentar la competitividad, el crecimiento y el progreso social en los próximos años», Bruno Lanvin de INSEAD.
«De ahora en adelante, será importante aumentar los esfuerzos en materia de recopilación de datos para monitorizar más minuciosamente los impactos distribucionales de las transformaciones actuales. Esto posibilitará que demos forma a la economía digital de manera que ofrezca unas ganancias de base amplia», Silja Baller, Foro Económico Mundial.
Además de aportar información reveladora sobre el rendimiento de los países en la revolución digital en curso, el informe señala una serie de tendencias en la adopción de TIC en 2016: