“Lo que importa es el interior y no importan las apariencias” reza el dicho, sin embargo muchos negocios se aperturan a partir no de la apariencia sino más bien de la imagen personal que uno proyecta. Y es que la imagen personal no se trata de la belleza exterior sino sobre cómo una persona proyecta de forma adecuada su interior, en el ámbito de los negocios cómo un emprendedor refleja la identidad de su empresa.
¿Cómo ofertar productos con altos estándares de calidad si uno viste ropa desgastada y tiene el cabello desarreglado? Ante esta situación, el cliente fácilmente pondrá en duda la calidad del producto.
La imagen personal que transmites mientras realizas relaciones comerciales o reuniones de negocios pesará mucho en las decisiones que se vayan a tomar a nivel empresarial.
Entonces la imagen del emprendedor es el reflejo de la imagen de su empresa o de su trabajo mismo, y debes recordar que los negocios se hacen con PERSONAS no con EMPRESAS. Así que ¿éstas reflejando una buena imagen ante tus clientes o tus socios? ¿Cómo puedes reflejar una excelente imagen personal que proyecte la calidad de tu empresa y tus servicios /productos? Si aún no lo sabes he aquí 5 tips brindados por la asesora de Imagen Daniela Cano, para una correcta imagen personal.
El rubro en el que se halla tu emprendimiento no te exime de cuidar tu higiene personal: seas un emprendedor en el ámbito automotriz o gastronomía de la misma manera debes mantener una buena higiene. El pelo debe lucir limpio y bien cuidado. Los varones, por supuesto deben cuidar, si la llevan, el aspecto de su barba.
Recuerda que tu aspecto habla de ti antes que tus palabras y, que en este sentido… ¡hasta el más pequeño detalle resulta importante!
Busca el mejor vestuario para cada ocasión. La indumentaria es símbolo de pertenencia (a un grupo social o profesional determinado) y de distinción (estatus). Hay que tener en cuenta que los códigos no son universales, pues varían en función de la época y la localización geográfica. Lo importante es saber vestir de forma adecuada a la ocasión. Si no conoces los códigos: observa y/o pregunta.
Para la mujer, lo básico es contar con dos carteras una negra y una café de buena calidad, que puedan utilizar ahora como de aquí a 5 años y van a seguir vigentes. De tamaño grande porque las mujeres de hoy salen temprano y regresan tarde a sus casas, unas valerinas planitas, que combinen con la cartera, un par de botas cómodas, zapatos de fiesta, una joya que marque tu estilo, ya sea un collar, brazalete o algo que te distinga.
Lo recomendable para una entrevista de trabajo es usar un traje de dos piezas con tonos neutros tal vez un gris, verde o beige, café chocolate que queda bien a toda persona y nos hacen ver más alegres, acompañado de una camisa, un maquillaje suave junto a joyas no muy llamativas, porque aquí lo importante es que resalte su profesionalidad para el cargo que postules.
El color tiene mucho significado en las prendas de vestir pues los tonos claros hacen ver más alegre a diferencia de los oscuros que son un tanto formales. Cada persona tiene colores que le ayudan a resaltar su tez y color de ojos. En primavera van bien los colores claros y en inviernos algunos tonos en gris o verde, lo interesante es conocer qué colores te favorecen y cuáles no. Acerca de los tonos oscuros: si por ejemplo tu color de piel es morena, tu ropa oscura y el ambiente es algo similar no te favorece y te pueden preguntar si estas enferma, en cambio un color distinto como el rosado, rojo, amarillo o celeste te ayudan a sentirte más viva.
La edad es un factor para elegir los colores si pasan de los 50 años se ven mejor en tonos pastel como un salmón. En cambio las jovencitas pueden vestir con colores vivos y más alegres. En la oficina parecen todos uniformados con colores sobrios, pueden combinarse prendas de tono oscuro con claro, tal vez la cartera de un color vivo que le dé más vida al atuendo.
El lenguaje corporal y la imagen visual que ofreces, no sólo refuerza la seguridad personal, también fomenta la aceptación social y la confianza a priori.
La puntualidad es considerada en muchas sociedades como la virtud coordinada por una o más personas de llegar a tiempo a una actividad requerida en un plazo acordado.
En todo ámbito la puntualidad es muy importante, muchas veces depende de ella el reflejar seriedad y responsabilidad con los compromisos, lo que contribuye a cerrar negocios. Por el contrario, una persona o emprendedor impuntual proyecta irresponsabilidad, e incumplimiento de sus compromisos.