La proactividad tiene que ver con la previsión, es decir con adelantarte a los hechos, pensar y actuar antes de que éstos sucedan. Proactividad es opuesto a reactividad, es decir promueve una actitud consciente de fijación de objetivos, sin ello se tiende a asumir actitudes reactivas, donde uno actúa como apaga incendios lo cual puede jugar en contra. La proactividad es positiva pues previene la procrastinación puede ahorrarte de mayor trabajo en el futuro, puede prevenirte de problemas y facilita el trabajo a través de la planificación y sistemas de organización. Ahora que sabes su significado, ¿quieres ser proactivo? Sigue los pasos
Consulta con tu consciencia sobre las decisiones que tomaste, las tareas y/ actividades que haces regularmente, ¿cuáles son las más urgentes? Reflexiona y decide lo mejor para ti.
Puedes tener un plan ya fijado pero como líder de negocios debes tener en cuenta que no debe ser el único plan pues siempre se presentan eventualidades o fallas que te interrumpe en la mitad de una actividad. Considera estos problemas o inconvenientes antes de que ocurran, pregúntate ¿qué pasaría si…? ¿Cómo puedo evitarlo, cómo puedo actuar? Y define soluciones alternativas.
En tu trabajo o empresa antes de iniciar la semana plantéate los problemas o crisis que pueden presentarse en base a los antecedentes de problemas ya acontecidos, los mismos te darán una orientación de qué hacer en esos casos. Así mismo plantéate nuevos problemas y las formas más eficaces de resolverlas. Para evitar estas situaciones las grandes empresas incluso formalizan y reglamentan las acciones a asumir paso a paso en protocolos de gestión de crisis específicos para un determinado problema, así los encaran de forma inmediata y satisfactoria.
Muchas veces uno es consciente de sus tareas y deja las tareas más sencillas o menos urgentes para después, sin embargo cuando el tiempo se viene encima de la misma forma se entra en tensión y el problema se hace grande para evitar la presión definir un tiempo exclusivo para dedicarse a ellas. Un poco de esfuerzo por adelantado puede salvarte de una gran crisis más adelante.
Anota la lista de tareas diarias y encabeza la lista con “voy a hacer”, en lugar de “por hacer”. Tacha cada cosa que hayas llevado a cabo. Mantén esta lista a la mano y deja que dirija tus acciones. Si pasas mucho tiempo sin tachar nada, reevalúa lo que haces para asegurarte de que termines las tareas listadas.
Con el desarrollo de la tecnología muchas tareas mecánicas ya son resueltas en tiempos mínimos lo que ayuda bastante en la vida cotidiana. Para las cuestiones del hogar, los electrodomésticos son los mejores ayudantes para mantener limpio y ordenado el hogar, y para la oficina herramientas tecnológicas, desde programas de computadora aplicaciones móviles te ayudan a organizar tus tiempos, manejar una agenda apropiada, llevar manejos contables con herramientas básicas y varios otros. Busca asesoramiento, o si lideras una empresa delega a un equipo especializado para desarrollar estas tareas. De esa manera contribuirás a la productividad de tu empresa.
Las personas proactivas son exitosas porque están sumergidas en una historia emergente y a la vez entienden las lecciones del pasado. Planifica, previene y actúa.
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