Los sabores intensos y profundos que se perciben en cada sorbo del helado de hoja de coca sorprenden hasta el paladar más exigente. A principios de año, la emprendedora boliviana Guadalupe Paredes, quien prepara helados de canela, decidió elaborar este manjar en base a la milenaria planta tradicional.
Uno ahora se puede beneficiar de las propiedades de la hoja de coca, saboreando un rico helado. En vez de pijchar o tomar un mate, uno puede probar un helado para mejorar la digestión”, aseguró orgullosa Paredes, quien presentó por tercera vez este producto.
Al igual que Paredes, la joven cochabambina Hilda Barcaya decidió innovar la oferta culinaria y elaboró los helados de copoazú, asaí y camu-camu, frutas exóticas y tradicionales de la Amazonia de Bolivia.
Son frutas exóticas que recién están entrando a los mercados urbanos. Por esa razón, nosotros decidimos elaborar helados para que la gente conozca sus beneficios para la salud”, aseguró Barcaya.
Según la experta, el copoazú tiene la apariencia de un coco alargado, grande y sin pelos, que cuando está maduro cae del árbol. En el caso del asaí, es un fruto de color morado oscuro, redondo, y crece en una palmera de 10 a 15 metros de alto. Mientras que el camu-camu es el fruto de un árbol que crece en diferentes áreas de la selva amazónica.
Ayer, innovadores bolivianos y dueños de pequeñas empresas en Bolivia presentaron una serie de productos naturales y saludables, en el tercer Festival de Comida Consciente, que se realizó en la estación de la línea Roja del Teleférico, exestación central.
El evento emprendedor fue organizado por la Casa de los Ninguno, que promueve el derecho a la alimentación sana y de calidad.
Paredes contó que la preparación del helado de coca es similar al de canela, ya que primero ponen a hervir agua con la hoja milenaria, mucha azúcar y un poco de sal. «Todo es natural, sin conservantes, utilizamos el jugo de coca y no usamos colorantes”, comentó Paredes, quien vende estos postres en el parque mirador Laikacota.
Mientras Barcaya elabora sus helados con la pulpa extraída de las frutas, que no requiere azúcar ni ningún conservante. «Es una preparación natural”, aseguró la productora, quien también ofertaba jugos y raspadillos de copoazú, asaí y camu-camu.
Según Barcaya, la elaboración natural permite preservar los beneficios de las frutas. «Son alimentos que tienen vitaminas A y C. Además, son antioxidantes y anticancerígenos”, explicó.