Tras el anuncio de absorción del Banco PyMe Los Andes por el Banco Mercantil Santa Cruz (BMSC), analistas observan una recomposición del sistema financiero producto de las exigencias de la nueva Ley de Servicios Financieros y no descartan nuevas fusiones hacía futuro.
Ambas entidades llegaron a un acuerdo para comenzar el proceso de fusión.
Esta operación confirma el proceso de recomposición de la oferta del sistema financiero nacional producto del contexto sectorial, originado en la Ley de Servicios Financieros. Con esta operación, el BMSC de lejos consolida su primer lugar en el sistema. No se trata de un pugilato por el ranking financiero, es un imperativo inexcusable de sostenibilidad y competitividad de mediano plazo”, opinó el analista Reynaldo Marconi.
La cobertura sectorial (metas de crédito productivo y vivienda social) y las tasas de interés reguladas, dijo, induce a que los operadores financieros, busquen mayor escala de sus operaciones con una oferta diversificada de servicios y productos.
«El posicionamiento sectorial de la banca Múltiple y PyMe se halla fuertemente condicionado por las directrices de la política gubernamental. Este hecho deriva en la atención disputada de operaciones crediticias de mayor tamaño relativo, para compensar las presiones sobre el spread financiero y la rentabilidad y de menor atención por estos actores de la demanda de operaciones micro”, añadió.
El economista del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), Osvaldo Nina, sostuvo que los requerimientos que tienen los bancos PyMe como Múltiples de alcanzar metas de crédito productivo y de vivienda social y fijar tasas de interés reguladas está llevando a que las entidades, por cumplir las exigencias de la normativa, se fusionen o flexibilicen sus condiciones crediticias.
Las instituciones pequeñas cuanto más exigencias normativas tienen, enfrentan más dificultades para cumplir y optan por la asociación con otras entidades más grandes, que sí tienen mayores opciones para cumplir con las metas exigidas por ASFI.
«Los bancos pequeños antes tenían mayor flexibilidad y libertada de colocar crédito, pero con el nuevo régimen no pueden. En el largo plazo eso va implicar que los bancos grandes que puedan hacer un subsidio cruzado sean beneficiados”, precisó.
Esto implica que una entidad que tiene, por ejemplo, una tasa de interés superior por tarjetas de crédito, puede subsidiar el crédito productivo que tiene tasas reguladas bajas. «Lo que llegaría a decir es que en el futuro van a haber más fusiones o tal vez algunas salidas del mercado por el no cumplimiento de normativa, si es que no hay una flexibización o ajuste en las tasas de interés reguladas”, apuntó Nina.
Marconi avizora que si se concreta la fusión del Mercantil Santa Cruz con Los Andes, el sector microfinanciero será afectado en tamaño y su participación en el sistema se reducirá, con la pérdida de un actor histórico relevante.
Quedarán dos bancos PyME, con supremacía de los bancos múltiples. Aún cuando bajo ésta última figura existen varios bancos especializados de microfinanzas, la figura de banco PyME queda en el entredicho por el número de actores”, advirtió el analista.
Además, los bancos múltiples especializados en microfinanzas, tendrán una mayor opción para copar y disputar el mercado atendido por el banco Los Andes, aunque esto avivará más aún la competencia en el sistema financiero, en beneficio de los consumidores financieros.